miércoles, 18 de noviembre de 2009

LOS AMIGOS - JULIO CORTÁZAR

LOS AMIGOS


En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.

domingo, 15 de noviembre de 2009

EL NÓMADE EN LA CIUDAD
EN LA REVISTA DIGITAL MAGANET
http://www.maganet.com.ar/

ESPACIO ROJO PUNZÓ
NACIONAL Y POPULAR PARA LA LIBERACIÓN

ACTO POR EL 25 ANIVERSARIO DEL CEMIDA

UNA BOMBA SALUDÓ LA CREACIÓN DEL CEMIDA, EL 15 DE NOVIEMBRE DE 1984
25 AÑOS DE LA ORGANIZACIÓN QUE NUCLEA A MILITARES PATRIOTAS, DEMOCRÁTICOS Y LUCHADORES POR LA VIDA
Marcelo Speranza para la Agencia Paco Urondo

Duro. Fue duro aguantar que las lágrimas no afloraran. Sobre todo cuando el cronista tuvo por un corto tiempo condición militar, un joven cadete del Liceo Militar General San Martín, imbuido del ideario sanmartiniano y belgraniano. Y luego, a los 16 años, militante del peronismo, visceralmente antidictatorial.

Pasaron muchos años desde aquel 1974 cuando inició su actividad política. Y ellos, los valientes del Centro de Militares para la Democracia (CEMIDA) estaban allí, y otros, civiles de distintos estamentos sociales e identidades políticas, estábamos para agradecerles tanto coraje y coherencia. Otros muchos no estaban, pero hubieran querido estar presentes: decenas de organizaciones sindicales, de derechos humanos, sociales, del país, del continente y del mundo.

Ellos, los hombres y mujeres del CEMIDA no transigieron con la ilegalidad, no pactaron con el orden de muerte impuesto por la camarilla que diseñó el dispositivo represivo según el modelo colonialista francés en Indochina y Argelia, la organización de áreas, zonas y subzonas.

Verlo después de tantos años al general Jorge Leal, primer presidente del entidad, un ícono de la lucha por la soberanía antártica argentina junto al recordado general Pujato. Escuchar desde la tribuna las palabras firmes del notable periodista Rogelio “Pajarito” García Lupo y el gran Osvaldo Bayer. Oír exponer a la Dra. Mirta Mantaras, una verdadera experta en análisis del esquema represivo, que aprendió, según sus palabras, a conocer el microuniverso de las cadenas de mandos, órdenes y demás mecanismos del aceitado engranaje de la matanza sistematizada, gracias a los militares del CEMIDA, no era un encuentro más. Era EL HOMENAJE. Ausente con aviso, Nora Cortiñas, presidente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, por fallecimiento de un familiar.
El coronel Horacio Ballester, por la institución convocante, que al principio del acto se lo notó desenvuelto, apenas podía hablar hacia el final por la emoción que lo embargaba. En el panel también estaba la prestigiosa intelectual Elsa Bruzzone, especialista en geopolítica, defensa nacional y recursos naturales, asesora del CEMIDA.

Estaba allí entre tantos compañeros y compañeras de lucha, el hijo del mayor Alberte, como él, de nombre Bernardo. Bernardo Alberte, ex delegado personal de Juan Domingo Perón en el exilio, edecán del presidente Perón durante el primer gobierno. Un hombre leal, intrépido, valeroso, primer muerto por la sangrienta dictadura del 76. Arrojado por un grupo de tareas desde el 6º piso de su departamento en Av. Del Libertador horas antes de que los usurpadores de la Junta de Asesinos en Jefe dieran el golpe de Estado, pagó con su vida la defensa de los principios políticos y éticos con los que supo ser coherente en prisión o en libertad.

También algunos de los miembros del grupo “Los 33 Orientales”, oficiales que se opusieron al genocidio de la Junta de Usurpadores y fueron castigados con el apartamiento, el olvido, persecución y la difamación.

Nadie del Ejército en representación de la fuerza se encontraba presente. Ni una adhesión llegó del Ministerio de Defensa. ¿Sabe la Ministro de Defensa, Dra. Garré que el CEMIDA existe, que está vivito y sigue marchando por los caminos de la Patria Grande?

Nada menos que 25 años de vida cumplió, abriendo un sendero de luz y paz entre tantos infames traidores a la Nación y a su pueblo. La celebración se realizó en la Sala Raúl González Tuñon del Centro Cultural de la Cooperación, el pasado miércoles 4 de noviembre.

Un poco de la historia del CEMIDA

En 1984, un grupo de militares retirados, hastiados, avergonzados con conducta de algunas pandillas de delicuentes que habían deshonrado con sus acciones al Ejército Argentino, decidieron crear el Centro de Militares para la Democracia Argentina (CEMIDA).

Sus objetivos: Apoyar, fortalecer y propiciar la continuación del esfuerzo de institucionalización en la República, con la certeza de que la democracia constituye el único medio para lograr la profundización de la liberación argentina y latinoamericana; hacer conocer a la opinión pública y en particular a los oficiales de las Fuerzas Armadas, la existencia de un pensamiento militar genuinamente constitucionalista ; según las más puras tradiciones sanmartinianas y propiciar toda acción destinada a recuperar para la Nación Argentina, a las fuerzas armadas con sentido nacional y continental, creadas al calor de las luchas por la independencia y subordinadas a la voluntad soberana de su pueblo.

“En ese camino” -dicen los hombres del CEMIDA- “sufrimos todo tipo de persecuciones institucionales y personales, se nos difamó, se insinuó que estábamos subvencionados por el gobierno y luego, por un movimiento comunista internacional, nuestros directivos sufrieron privaciones de su libertad, increíbles juicios militares, afrentosos “Tribunales de Honor”, amenazas y atentados personales y familiares, colocación de una bomba en la sede de la institución, y otros tipos de agresiones, tedioso de enumerar”.

Pese a ello, muchos militares e integrantes de las Fuerzas de Seguridad, se acercaron al CEMIDA, siendo respetados y consultados por sectores populares, y sus representantes, así como por periodistas y estudiosos extranjeros.

Claramente, la organización contribuyó a que la opinión pública respaldara los juicios a integrantes de las Fuerzas Armadas comprometidos en las violaciones de los Derechos Humanos, y sus respectivas condenas. Esta actitud de los militares democráticos permitió que no se confundiera a delincuentes individuales con las instituciones que ellos integraron, y ése fue el servicio más importante que prestó a la Nación el CEMIDA, que aún espera ser reconocido por instituciones armadas.

En la actualidad la principal actividad de la organización (además de continuar con el dictado de charlas, conferencias, participación en seminarios, mesas redondas, etc.), es concurrir como testigos, peritos, o asesores en los Juicios por Violaciones de los Derechos Humanos que se realizan en Argentina, Italia, España, Francia, Haití, El Salvador, Perú, Guatemala y Estados Unidos.

En el orden nacional participaron en los juicios realizados en las ciudades de Rosario (Santa Fe), Bahía Blanca, Neuquén, Corrientes, San Martín (Provincia de Buenos Aires), Santa Fe y varios en Capital Federal.

Mensaje del presidente del CEMIDA Cnl (r) Horacio P. Ballester

Siendo aún jóvenes oficiales de baja graduación, varios de los que fuimos muchos años después fundadores del CEMIDA, nos unimos en nuestro común objetivo de pretender recuperar la vigencia de los ideales sanmartinianos en el interior de nuestras fuerzas armadas para poder apoyar el desarrollo nacional con justicia social, que hiciera desaparecer el abismo socioeconómico que dividía y sigue dividiendo el nivel de vida de nuestro pueblo en muy injustos estratos poblacionales.

Pensamos ingenuamente que nuestros objetivos podían sintetizarse en muy pocas palabras: “la humanización” del capitalismo”. Aún cuando ya estábamos hartos de golpes militares, en una nueva prueba de ingenuidad, pensamos que la persona indicada para materializar nuestros anhelos podía ser el General Juan Carlos Onganía, que a principios de la década de los años 60 había logrado sacar al Ejército del caos en que se había sumergido con tantas intervenciones al margen de la ley.

En el pecado tuvimos la penitencia, el mismo régimen que habíamos apoyado y en el que alguno de nosotros llegó a cargos altos acordes con nuestro grado militar, fue el que traicionó sus promesas y terminó con nuestras carreras profesionales. Comprendimos entonces, duramente, que los golpes de estado jamás podrían aportar a la nación soluciones que hicieran felices a sus habitantes. Fue así, que ya varios años antes del golpe cívico-militar de 1976, eran varios los grupos uniformados que nos oponíamos a la anunciada como inminente nueva caída de un gobierno constitucional.

Algunos pagaron duramente su osadía, antes y durante el autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”: el Teniente Coronel Bernardo Alberte fue arrojado al vacío desde la ventana de un 6º piso; el Teniente Devoto de Marina está desaparecido; el Coronel Perlinger estuvo siete años preso sin haber sido acusado de nada ni por nadie; (nombramos solamente casos emblemáticos, hubo muchos más).

Al subir el gobierno constitucional en 1983, las únicas voces militares que se escuchaban, de personal militar en actividad o retirado, eran favorables a la dictadura militar. Nuestras voces opositoras carecían de eco periodístico. Pensamos entonces en la conveniencia de formar una ONG, y fue así como el 15 de noviembre de 1984 formamos el CEMIDA (Centro de Militares para la Democracia Argentina)…. Y obtuvimos el eco deseado, antes de los 10 días de nuestro anuncio de creación, una bomba dañó seriamente nuestras instalaciones (…)

La bomba nos vino también muy bien para producir un “blanqueo” de aquellos militares que habían pedido su incorporación pensando que era cierto el rumor que corría en el sentido de que el CEMIDA era un invento de la Presidencia de la Nación. Para finalizar, queremos hacer llegar nuestro afectuoso recuerdo para los camaradas fallecidos, en especial para el general Ernesto V. López Meyer, coronel Luis César Perlinger, capitán José Luis D’Andrea Mohr y suboficial de Aeronáutica Eduardo Kawin.

Mensaje el secretario cultural Cnl (R) Augusto B. Rattenbach

El CEMIDA nace por la necesidad de corregir una actitud histórica equivocada que adoptaron las FFAA desde el 29 de mayo de 1810 y que se prolonga hasta el final del llamado Proceso de Reorganización Nacional. ¿En qué se manifestó esa errónea actitud? En actuar paulatinamente como un Estado dentro del Estado, con leyes propias, vigilando permanentemente los actos de las distintas autoridades civiles. En suma, convertido en árbitro de toda acción de importancia en el interior del país. Ya a fines de 1880 esa tendencia empieza a tener mayor vigor. Es cierto que nuestro país resultó dueño de un inmenso territorio que necesitó de la fuerza militar para tener posibilidades de sobrevivir a los peligros externos e internos.

Pero, poco a poco la fuerza militar se hizo cargo de aspectos políticos y técnicos ajenos a su función específica. Los militares acabaron por suplantar, en sucesivos golpes militares, a las autoridades legítimamente constituidas. Esos “golpes” terminaron por mellar la herramienta castrense y la acostumbró a cometer excesos propios de regímenes dictatoriales, repudiados por todo el mundo civilizado y democrático. Cuando se terminó el Proceso de Reorganización Nacional y reapareció la democracia, las FFAA mantuvieron su fisonomía acostumbrada: hermetismo en las contestaciones y el aislamiento dentro y fuera del país. En ese momento nace el CEMIDA y rápidamente comenzó a derribar mitos militares, leyes especiales, hermetismo intelectual castrense y privilegios de todo tipo.

La reacción de las autoridades superiores de las FFAA no tardó en recurrir a sus métodos habituales: sanciones, sumarios, atentados, persecuciones, etc. Pero poco a poco, la opinión pública, los gobiernos Provinciales y de la Nación y las organizaciones de Derechos Humanos apoyan y divulgan el pensamiento del CEMIDA, no sólo en el país sino también en varios países latinoamericanos con una problemática parecida.

Podemos suponer que lentamente pero sin claudicaciones se abre una nueva etapa en la relación correcta entre los gobiernos civiles y las FFAA, no sólo en la República Argentina sino en otras naciones latinoamericanas.

Mensaje del secretario general Cnl (R) José Luis García

A poco de andar, advertimos la existencia de amplios sectores de la población con sentimientos absolutamente distantes del respeto y el afecto hacia las organizaciones militares y que sentían un profundo recelo y aún un miedo remanente ante cualquier organización castrense. Un accionar militar en el pasado, basado en el terror, torturas y masacres, fue el gestor de ese sentimiento generalizado y ello se incentivaba por las manifestaciones de sus componentes que proclamaban que seguían siendo integrantes de las mismas FF AA que cometieron los atropellos a los derechos humanos. Aunque ya no existía la misma posibilidad de seguir ocultando su accionar pasado ante las sociedades argentina e internacional, por razones de orgullo y de honor institucional, seguían firmemente en la defensa de una posición corporativa, exhibiendo una garantizada impunidad. Siempre se hizo lo correcto y necesario, decían, y, salvo algunos “excesos,”ello fue lo que se debía hacer y que volverían a hacer en caso necesario.

Ante esa pertinacia el poder político no intentó nunca un cambio imprescindible, se contentó con retoques superficiales y operó en todos los gobiernos -a partir de 1983 - tratando de limitar el poder de los militares con reducciones presupuestarias, disminuyendo sus efectivos hasta alcanzar cifras nunca vistas, dejando envejecer sus equipos y armamentos hasta su total inutilidad sin reemplazos y permitiendo su preparación profesional sólo en las llamadas “Misiones de Paz de las Naciones Unidas” dónde, curiosamente, pasaron a cumplir misiones policiales o de seguridad interior que la nueva Ley de Defensa prohíbe en el territorio nacional.

Las conductas criminales de algunos de sus integrantes no se juzgaron, salvo en un pequeño sector de los Altos Mandos, y se benefició en forma indiscriminada a todo el personal, con una legislación de perdón y olvido, en lugar de efectuar la investigación pertinente que hubiera acusado a los que habían delinquido y sobreseído a aquellos que sólo hubieran cumplido su deber en concordancia con las normas que regulaban su accionar.
Recién a partir de 2008 se empezaron a corregir esas anomalías, y a la fecha, 25 años después, se ha comenzado a saldar una deuda que sólo benefició a los delincuentes impunes. (…) Hoy - 25 años después de nuestra fundación - hubiéramos querido despedirnos de nuestros connacionales y decirles: el peligro ha pasado, el sector militar está definitivamente integrado al devenir democrático de la Nación. Pero el objetivo está parcialmente cumplido, en alguna de las FF AA no fue debidamente consolidado. Si se mantienen en alguna de ellas los parámetros tradicionales de la relación FFAA / Sociedad, la vida política del país seguiría tan escorada hacia la llamada derecha, que ninguna fuerza política, moderadamente progresista, podría implantarse.

Nunca podrían llegar a imponerse electoralmente otras fuerzas que no fueran las de la propia derecha, ya sea oligárquica empresarial o de los ámbitos afines a las FF. AA. Aún una fuerza moderada o centrista, con capacidad de modificar el panorama social disminuyendo las diferencias económicas y la humillante situación de pobreza de gran parte de la población posibilitando una más justa distribución del ingreso, vería muy difícil imponer sus objetivos si no se termina de modificar - para siempre - el imperio de la ideología fundamentalista que logró imponer la llamada ”Doctrina de la Seguridad Nacional”. (…)

Un párrafo final de reconocimiento para nuestro primer Presidente el Sr. General D. Jorge Leal, héroe vencedor del Polo Sur, ejemplo de virtudes personales y profesionales y que, como tantos otros argentinos de similares valores, permanece al margen del merecido reconocimiento público.

CUATRO POEMAS DE OCTUBRE

LLAMADO AL TRISTE

Algún día…algún día…
volverás, ¿no?
La piedra azul descenderá sobre un mar calmo
sin lágrimas
iluminado desde su centro
en el fondo del estanque donde crecen corales rojos

Has zozobrado en casi todo
ella era lo único bueno y santo que te quedaba
pero ¿por qué estás llorando?
¿por qué llora el alma?
¿no se regocija en la hora del véspero?
¿o sólo otea esta realidad de error, confusión e iniquidad?

Levanta tu cabeza como el león,
bebe del día, del rostro
de la muchacha de ojos grises,
de los golpes de tambores al ritmo de tu ansia

Hay que mirarse de cerca, frente a un espejo,
para ir bien al fondo, a fondo
y apretar las muelas
hasta que la mandíbula duela.

Y gritar con el pecho descubierto
y resistir
y reconstruirse

AMARILLO SOL, OCRES INESPERADOS
                                                               A Luis, de la isla Saint Michel

Vida a la intemperie
Paraísos de la calle Hipólito Yrigoyen a la altura de Almagro
Ya comienza el otoño
Edificios nuevos
Casas derruidas.
Fábricas y galpones que fueron.

Y a pesar del óxido en las vigas
Es hermoso contemplar el ocre de las hojas
El amarillo sol y los verdes deslucidos
La Basílica de San Carlos
Las altas ventanas de la Inspectoría Salesiana
El baño de amarillo sobre los ocres inesperados

Herido de vida
Luis sufriente
Arrullo esta escena de barrio
Con devoción casi religiosa
(Vendrá mañana
tal vez borrosa
Y en sombras)

Y a pesar del óxido en las vigas
Es hermoso contemplar el ocre de las hojas
El amarillo sol y los verdes deslucidos
Sin responder al llamado de dioses temblorosos

PATRIA INTERIOR
                                   A los manes que nos precedieron en el viaje

No hay beatitud más grande
Que el haberlos conocidos, almas queridas que partieron.
El paso de los años las hace más cercanas:
En el soplo de vida que infunden,
Por la prudencia que masticaron
con dientes de piedra,
Por la templanza
que forjaron a golpe de martillo,
En los recuerdos redivivos
que aletean junto a las ventanas cada tarde.

Sobre los hombros del dolor,
Anchas espaldas pacientes,
Nos protegieron,
dieron al viento de la calle,
al susto de la noche,
al andar agitado,
(esas veredas, esas baldosas -cada una un mundo-
con sus resquebrajaduras, retículas blancas, guardas ocres,
hilos de agua, pigmentos de acero y musgo).

Los invoco y llamo: Luis, Donato, Ramón,
Juan, Jacinto, Enrique,
Angel, Cholo, Leonardo,
Para que el viento que los trae y lleva,
Golpee furiosamente mi corazón adormilado.

Sí, los presiento, manes agrarios
de la patria interior que me arrebata,
Arcadia feliz,
tierra abisal de ira
donde brota el héroe,
el santo,
el loco,
el nómade.

Corazón: escúchalos y arde.

EL AJENO

No ha de darnos tregua este viaje.
No es cosa de andar con llanto y castigo.
Ya el desprecio es suficiente.
¿Para qué tanto perdón y mensajes que no devolverán?

De tanto en tanto me pregunto: qué metal les ha recubierto el cuero,
qué cuero les ha recubierto la piel,
qué piel los ha vestido,
No hay palabra, agujeta o abridor de lata que pueda meter cisura o rasguño.

Respiro profundo y me sigo inquiriendo.
Persisto centrado en símbolo: cruz, rosa, flama.
Ellos no están allí –tierra de lo consagrado- en ofensas,
desdenes, risas de hienas y declaraciones.

Camino con mi Señor y sólo en El renazco día a día.

RESPUESTAS AL CRISANTEMO

Digo que sí, flor de muerto, flor de santo.
Las rosas son peligrosas, pero no por sus espinas.
Pronto se marchitan y nos dejan sin despedirse.

El amor no es diamante, coronaria insomne,
No hay que ir a buscarlo.
Tarde o temprano, llega a nosotros
Como hiedra venenosa.

Vive sola, manzanilla dulce de ojos albos.
Soporta el dolor y las macetas con malvones.
Aguanta la humillación de los agapantos extendida por decenios.

No debes cambiar por la exigencia del otro.
Crea tu propia leyenda, eterna estrella blanca y oro.
Trabaja la semilla sin precio de venta.
Por fin, antimonia, vierte tus colores generosos.