martes, 19 de abril de 2011

AQUELARRE NEOLIBERAL - WALTER GOOBAR


Aquelarre neoliberal
MIRADAS AL SUR. Edición número 152. Domingo 17 de abril de 2011
Por Walter Goobar

Un esperpéntico coro de fundamentalistas de mercado aterriza hoy en Buenos Aires para cantar –durante tres días y tres noches– loas al neoliberalismo y satanizar al populismo latinoamericano. Bajo el patrocinio de la Mont Pelerin Society (MPS) y de la derechista Fundación Libertad de Rosario, un centenar de economistas, dirigentes políticos, académicos e intelectuales que propician un revival mercantilista del neoliberalismo harán profesión de fe en los mullidos salones del Sheraton de Buenos Aires.



El sumo sacerdote del evento será el marqués sin marquesado, Mario Vargas Llosa. Nada más inspirador que estrenar un título nobiliario otorgado por el rey Juan Carlos para pontificar sobre las virtudes del neocolonialismo. El plato fuerte del cónclave será la diatriba antipopulista de este caudillo ideológico de las oligarquías; la reunión se realizará en una gauchesca estancia de San Antonio de Areco, donde el marqués Vargas Llosa será recibido con los honores de un virrey en la Corte del neoliberalismo.
La Mont Pelerin Society (MPS) es un think-tank de la derecha política y económica que lleva ese nombre por haber sido fundada en 1947 en la ciudad suiza de Mont Pelerin, a instancias del economista austríaco Friedrich von Hayek, Premio Nobel de Economía en 1974 y asesor de los gobiernos de Ronald Reagan, Margaret Thatcher y Augusto Pinochet.


Entre quienes acompañaron a Von Hayek en su cruzada se destacó Milton Friedman, padre de la Escuela de Chicago, quien contó entre sus más fieles discípulos argentinos a los ex ministros de Economía Roque Fernández y Domingo Felipe Cavallo.


La MPS cuenta con el apoyo de la llamada Fundación Libertad, donde milita el escritor Mario Vargas Llosa junto a los ahora ex presidentes Álvaro Uribe Vélez y José María Aznar, entre otros representantes de la derecha política. La MPS tuvo –y tiene– como propósito combatir la presencia del Estado y, en particular las ideas marxistas y keynesianas.


La inauguración de las sesiones porteñas estará a cargó de Gerardo Bongiovanni, quien preside la Fundación Libertad de Rosario, siendo su primer expositor el ex presidente español, el ultramontano José María Aznar, quien recientemente recomendó que “a la Cuba de Fidel habría que aplicarle la misma receta que a la Libia de Khadafi”. Aznar será presentado por el estadounidense Ed Feulner, presidente de la Heritage Foundation. Mauricio Macri, el jefe de Gobierno porteño –que también aspira a liderar la derecha vernácula–, será otro de los imperdibles pensadores que disertarám ante esta troupe de intelectuales neoliberales, anticastristas y antichavistas.


El anfitrión y titular de la Fundación Libertad en la Argentina, Gerardo Bongiovanni, es un hombre ligado a la UCeDé que tuvo su paso por el partido de Ricardo López Murphy. El afable Bulldog –que fue uno de los ministros más breves de la Alianza– será uno de los expositores más moderados del encuentro que contará entre sus panelistas argentinos al cavernícola Alberto Benegas Lynch –que criticaba por derecha a José Alfredo Martínez de Hoz y a Carlos Saúl Menem–, el ultraortodoxo Jorge Ávila, del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina (Cema); el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, y el novelista Marcos Aguinis, de la Fundación Cadal.


También disertarán los pinochetistas chilenos Arturo Fontaine, actual director del Centro de Estudios Públicos de ese país, y el secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, quien oficia de asesor económico de otro miembro de la SMP, el presidente Sebastián Piñera. Completa la nómina trasandina el titular de la Cátedra Henry Ford II de la Anderson School of Management de la Ucla, Sebastián Edwards –integrante de la familia propietaria del diario El Mercurio–, que asesora al BID, al FMI, a la Usaid (Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos) y al xenófobo gobernador californiano, Arnold Schwarzenegger.
En el desfile de conversos y arrepentidos también figura el economista hispano-argentino Carlos Rodríguez Braun, un ex izquierdista que en el exilio se pasó a las filas del PP de José María Aznar y hoy es docente en la Universidad Complutense de Madrid.


También está confirmada la participación del economista estadounidense Gary Becker, otro baluarte ideológico de los Chicago Boys y defensor a ultranza del liberalismo económico. Becker, que ganó el Nobel de Economía en 1992, es otro acólito de Milton Friedman que acaba de proponer que los inmigrantes deberían pagar, como si fuera un impuesto cualquiera, “el derecho a inmigrar” y de esta manera tener acceso a puestos de trabajo en el “mundo libre”.


El infaltable anticastrismo estará representado por el escritor Carlos Alberto Montaner, incombustible fustigador de la revolución cubana, y Osvaldo Alfonso Valdés, directivo de la Unión Liberal de Cuba, una organización que –por pura casualidad– está presidida por el otro cubano que está en la mesa, Carlos Alberto Montaner.


Entre las espadas financieras que articulan la enmarañada constelación de fundaciones, ONG y think-tanks de esta nueva Internacional Negra, figuran Edwin Feulner, Rolf Berndt, Álvaro Vargas Llosa y Lawrence Mone, quienes presiden la Heritage Foundation, la Friedrich Naumann Foundation, el Centro para la Prosperidad Global del Independent Institute y The Manhattan Institute, respectivamente.


Escoltados por un séquito de aduladores que oblaron 650 dólares por cabeza, José María Aznar y Mario Vargas Llosa forman parte del elenco estable de estos cónclaves organizados en la Argentina por la derechista Fundación Libertad. En septiembre de 2008, asistieron a un evento similar que se desarrolló en Rosario en medio del conflicto con el campo. Los organizadores fueron, como ahora, la Fundación Libertad de Rosario y la Faes, la ONG de Aznar.


La nómina de autoridades de la Fundación Libertad destila un cierto nepotismo familiar en el que se repiten los apellidos Bongiovanni, de la misma manera que en el plano internacional se repiten los apellidos de Vargas Llosa en los que se confunden los nombres de pila del Nobel Mario y del Idiota Latinoamericano Alvarito.
Dos años más tarde, en octubre de 2010, estos incansables embajadores del libre mercado se reunieron nuevamente en Buenos Aires, en la Legislatura porteña con el patrocinio de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes) y la Fundación Pensar.


En aquella oportunidad, los invitados de Macri cuestionaron la Ley de Comunicación Audiovisual que tuvo sanción en el Congreso de la Nación e hicieron la apología de los Tratados de Libre Comercio (TLC).


Una leyenda negra, en las que se adivinan influencias marxistas –de Groucho Marx– sintetiza el espíritu de los conciliábulos anuales de la MPS: en la Mont Pelerin Society había un misterioso personaje... Un chino. Siempre fue generoso en aportar fondos para defender las causas de la libertad pero, nunca, nadie le oyó decir una palabra durante años... Un día, Luis Reig, un español, miembro de esa organización, intrigado por ese perpetuo silencio, le preguntó las razones de su mutismo. La respuesta del interpelado fue meridiana: “He cometido tantos y tan costosos errores que me siento sin autoridad moral para decir nada...”


A pesar del chino, el coro de fantasmas que gritan en las sombras, se ha dado cita en Buenos Aires para danzar en torno del ataúd del neoliberalismo.

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