martes, 31 de mayo de 2011

CAMPAÑA CONTRA LAS INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS BAJAS

"EL OBJETIVO ES DISMINUIR LA MORTALIDAD POR LAS INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS EN NENES MENORES DE DOS AÑOS".



El secretario de Salud del municipio de Quilmes, el Dr. Sergio Troiano, aseguró que el objetivo “es disminuir la mortalidad por infecciones pediátricas respiratorias agudas en niños menores de 2 años”. Nueva advertencia sobre los riesgos de vacunarse contra la gripe en lugares no oficiales.

La Secretaría de Salud del Municipio de Quilmes lanzó esta mañana la Campaña contra las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas. 
La presentación fue encabezada por el secretario de Salud, Dr. Sergio Troiano, quien destacó la importancia de que aquellos que se encuentren en los grupos de riesgos - menores de 2 años, embarazadas, mayores de 65 años y personas con problemas respiratorios– estén atentos ante los síntomas y vayan a los centros oficiales a vacunarse.
 
El funcionario resaltó la importancia de “realizar la consulta médica a tiempo. El IRAB es producido por varios virus, si bien hay vacunas para prevenir algunos como el de la influenza, para otros aún no hay. Entonces, si el niño presenta algún síntoma rápidamente hay que llevarlo a los centros de atención donde serán evaluados y tratados con aerosol terapia, no con nebulización, que es mucho más efectivo y está científicamente comprobado.”
 
Por su parte, la epidemióloga Sonia Murúa expuso que “la idea de la Campaña es generar espacios, puestos móviles o fijos, como para dar la posibilidad de vacunarse a las personas que en los horarios habituales de los centros de salud no pueden ir. Es importante recordar que la vacuna se ha incorporado oficialmente al calendario de vacunación para los chicos de 6 a 24 meses, es decir que tiene la jerarquía de cualquiera de las vacunas que hoy por hoy recibe un chico menor de 2 años. Es obligatoria para las embarazadas, las madres de niños menores de 6 meses y, por supuesto, para las personas mayores de 65 años, y todas aquellas personas de edades intermedias que tengan alguna predisposición a tener enfermedades respiratorias en el invierno o alguna condición en sus defensas que haga que pueda tener una gripe grave.”
 
Finalmente, Susana Romano explicó que “esta Campaña se implementa en el municipio desde hace algunos años y progresivamente se ha ido mejorando. Este año tenemos la particularidad de que se han ampliado los centros de salud referentes de IRAB. A los chicos con esta patología se les va a suministrar el ciento por ciento de la medicación que requieran. Parte de los insumos son provistos por Provincia, pero el municipio ha hecho un gran aporte, inclusive este año se ha duplicado la compra. El año pasado se había hecho desde el municipio una compra de 4500 bronquio-dilatadores y este año ha sido de 7500 más los que no entregaría provincia, que son alrededor de unos 5000.”
 
Campaña de prevención de enfermedades respiratorias
 



El Programa de Infecciones Respiratorias Bajas (IRAB) tiene por objetivo disminuir la mortalidad por infecciones pediátricas respiratorias agudas en niños menores de 2 años y bajar la hospitalización de estos niños por dichas patologías, realizando acciones preventivas de tratamiento para evitar contagios en pacientes de riesgo. 
 
Entre las unidades sanitarias y hospitales se han distribuido los insumos necesarios para combatir este tipo de enfermedades, por lo que el 100 por ciento de los chicos que tienen algún problema respiratorio obtendrá la atención correspondiente. Este programa cuenta con el financiamiento de la provincia de Buenos Aires.
 
NUEVA ADVERTENCIA SOBRE LA VACUNACIÓN ANTIGRIPAL
 
Sobre las campañas de vacunación realizadas por fuera de los organismos oficiales, el secretario de Salud aseguró: “Vamos a hacer una aclaración públicamente que es que la gente se tiene que vacunar en las unidades sanitarias, hospitales y jornadas de salud. Esta aclaración se debe a que hemos hecho la denuncia de que en nuestro distrito están vacunando punteros políticos. Esto para la población es muy peligroso por varios motivos. Porque primero no sabemos cuál es el origen de las vacunas. Segundo, no les están dando certificados. Tercero, la gente que vacuna no sabemos si está capacitada. Y cuarto no sabemos si se respeta la cadena de frío.”
 
Quilmes, 31 de mayo de 2011
Para más información, contactarse al 4224-6827 - Dirección de Prensa

domingo, 29 de mayo de 2011

PRIMER CENTRO DE RESOLUCIÓN INTEGRAL PARA ADOLESCENTES CON PROBLEMAS DE ADICCIONES


EL MUNICIPIO DE QUILMES INAUGURÓ EL CENTRO DE RESOLUCIÓN INTEGRAL PARA PERSONAS CON USO PROBLEMÁTICO DE SUSTANCIAS


La nueva sede que funciona en la Av. Calchaquí Nº 1382 de Quilmes Oeste, brindará atención a las personas que lo necesiten, ofrecerá diversos talleres que contribuyen al vínculo social. Además, las instalaciones están preparadas para alojar a quienes requieran un tratamiento de internación.

El Municipio de Quilmes, a través de la Dirección de Adicciones dependiente de la Secretaría de Salud, inauguró esta mañana el nuevo Centro de Resolución Integral para personas con uso problemático de sustancias, ubicado en la Av. Calchaquí Nº 1382, Quilmes Oeste.
Al respecto, el director de Adicciones del Municipio, Alfredo Marcade: “El objetivo de este centro colaborar y generar tratamientos para la problemática de adicciones, articulando con especialistas, atender a los chicos acá mismos, ofrecer la posibilidad –según el caso- de que se puedan quedar internados acá, que se puedan quedar a dormir, y brindarles también la posibilidad de hacer diferentes talleres que contribuyen a generar un vínculo de contención para los chicos”.
“Esto se suma también al trabajo que venimos realizando en los barrios junto con las cooperativas de trabajo, en los que llevamos adelante talleres de concientización en las escuelas, y hacen acompañamiento a los chicos que necesitan asistencia, y acercarlos a que puedan hacer un tratamiento a través de generar vínculos sociales, ya que no solo es necesario un tratamiento psicológico y psiquiátrico, sino también social y cultural”, aseguró el funcionario.
La idea es que circulen por acá unos 300 o 400 chicos, y que aquellos que presenten algún caso particular que requiera internación, se puedan quedar aquí; hoy las instalaciones permiten alojar permanentemente a 5 personas, pero el proyecto terminado nos permitirá albergar a 20. En ese caso, Marcade explicó que “no se trataría de una internación de comunidad, sino una idea de que en momentos de crisis la persona puede llegar a necesitar substraerse un poquito de su ámbito social usual, pero la idea es que sea solo ese poquito, y no un largo tiempo”.
Las obras que se realizaron para la inauguración del centro, fueron realizadas por la cooperativa de trabajo “Hasta la Victoria Siempre”, quienes realizaron tareas de albañilería, electricidad, plomería y pintura en el lugar, que al inicio de la obra se encontraba prácticamente en ruinas.


Quilmes, 19 de mayo de 2011

viernes, 27 de mayo de 2011

LA POESÍA MÍSTICA DE HUSAYN MANSUR AL-HALLAJ

Poemas de Husayn Mansûr al-Hallaj

Una selección de los poemas de al-Hallaj (nacido en Fars, Persia, 224/857), con una reflexión de Raimon Arola sobre la poesía mística
Sufismo - 25/05/2011 8:01 - Autor: Husayn Mansûr al-Hallaj - Fuente: Ars Gravis
¿Quién sigue escribiendo cuando el ego ha sido aniquilado?
¿Quién sigue escribiendo cuando el ego ha sido aniquilado?
La poesía amorosa que busca a Dios se suele denominar mística, como si fuera alguna forma de arrebato del espíritu. Sin embargo, el místico es aquél que conoce a Dios y este conocimiento es lo que le permite amar, pues, ¿cómo amar lo que no se conoce? Amar, incluso mejor que amarle, pues lo que se desprende de los versos que el místico compone es que el propio amor de su amar se convierte en la forma de Dios. Y el místico por el hecho de amar encuentra Dios en sí mismo, que se convierte en lenguaje vivo al decirse en su poesía, pues su sí mismo es, obviamente, Él mismo. Dios es el Dios en la mismidad del místico. Se produce una plena reunión que el lenguaje enaltece e ilumina. “Yo soy Tu. Tu eres Yo”, tal sería la síntesis del amor, que es el amar.
Lo separado se reúne y entonces, en la fusión completa, se encuentra Dios. En toda la poesía mística, Dios no es el objeto amado, ni siquiera el deseado, sino el ser hallado por el hombre y, porque no es el hombre, es por lo que a veces puede creerse que es Dios. Pero no. Dios todavía no es si existe el deseo amoroso, deseo de amor pues Dios es el mismo amar.
Aún traducida, la poesía de al-Hallaj, un maestro sufí nacido en Fars, Persia, alrededor del año 857 / 224 y ejecutado por herético el 26 de marzo del año 922 / 309, trasmite abiertamente este misterio, pues cada canto expresa el mismo amar. Hemos seleccionado los siguientes poemas.
Raimon Arola

Poemas de Husayn Mansûr al-Hallaj
1.
Si las yeguas del alejamiento te asaltan
Y la desesperación clama el fin de la esperanza
Con tu izquierda toma el escudo de la sumisión
Y con la espada del llanto fortifica tu diestra
Y tú, tú mismo, amedréntate
Guárdate de la emboscada de la ruptura
Y si de la oscuridad te alcanza el abandono
Camina a la luz de las antorchas de la pureza
Y dile al Bienamado: Mira mi humillación
Dame la gracia de tu perdón antes del reencuentro
Y, en nombre del amor, no te desvíes del amante
Sin que tenga la recompensa de una esperanza.


2.
Una noche se levantó el sol que amo
Resplandeció y ya no se ocultó
Pues el sol del día se levanta por la noche
Y el sol del corazón jamás se ausenta.


3.
Mátenme mis autoridades pues mi vida ha de ser muerta
Y mi muerte está en mi vida y mi vida está en mi muerte
La desaparición de mí es para mí un don de los más nobles
Y mi permanencia en mis cualidades, uno de los pecados viles
Gran patriarca soy, de un rango elevado
Pues he llegado a ser un niño en el jirón de las nodrizas
Habitando al mismo tiempo el hueco de una tumba en tierras salinas
Mi madre dio a luz a su padre, he aquí una de mis maravillas
Y mis hijas, de mis hijas, fueron mis hermanas
No por hecho de los tiempos ni por el hecho de los adulterios.


4.
He renegado de la religión de Dios, lo renegado
Es un deber para mí, un pecado para los musulmanes.

5.

Me esforcé en esperar
Pero mi corazón ¿puede hacer esperar a mi corazón?
Tu espíritu se mezcló con mi espíritu
En la proximidad y la distancia
Pues yo soy Tú como Tú
Tú eres yo y lo que yo quiero.

6.

Pasiones de lo Verdadero que enteras todas nacen de lo Verdadero
Pero que no pueden alcanzar la comprensión de lo más grande
Pues ¿qué es la pasión sino una inclinación seguida de una mirada
Que propaga una llama entre sus conciencias?
Si lo Verdadero llega a habitar la conciencia
Tres estados se repiten ahí al cuidado de los clarividentes:
Un estado que aniquila la conciencia en la esencia de su pasión
Luego la hace presente por la pasión en estado de perplejidad
Y un estado donde todas las fuerzas de la conciencia se aúnan
Volviéndose hacia una visión que aniquila a todo visionario.

7.

Cuando el enamorado alcanza la perfección en el amor
Y se abstiene de Invocarlo bajo el dominio de la invocación
Entonces ve la verdad de aquello con que el amor le rindió testimonio:
Blasfemia, la plegaria de los amantes.

8.

Al negarte Te santifico
Y mi razón en Ti es locura
¿Quién es Adán sino Tú?
¿Y quién en el alejamiento es Satán?

9.

Tu espíritu se mezcla a mi espíritu
Como el ámbar al almizcle oloroso
Si una cosa Te toca, ella me toca
Porque Tú eres yo inseparablemente.

10.

La vida de aquí abajo me hace creer que me equivoco
Como si yo no supiera su estado
Dios condenando lo ilícito
Y yo evitando lo lícito
Ella me tendió su derecha
Y yo la devolví con su izquierda
Yo la vi en la necesidad
Y le hice ofrenda de su totalidad
¿Y cómo llorar su abandono
cuando no conozco sus favores?

11.

Con el ojo del saber mi mirada indicó
Indicó con el solo pensamiento secreto
Y en mi conciencia algo apareció
Más sutil a comprender por la imaginación de mi imaginación
Y dividí el tumulto de la mar de mi pensamiento
Atravesándolo como una flecha
Y mi corazón se elevó con las plumas de mi nostalgia
Fijas a las alas de mi determinación
Hacia Aquel que, preguntándoseme sobre Él,
Yo indico por un símbolo pero que no nombro
Hasta que, habiendo sobrepasado todo límite
Errante en los desiertos de la proximidad
Yo miraba dos puntos de agua
Y no veía ahí nada que sobrepasara los límites de mi imagen
Entonces dócil, vine a Él
Sosteniendo el extremo de mi traílla en la palma de mi sumisión
El amor grabó de Él en mi corazón
A hierro de la nostalgia, una huella ¡qué huella!
Y en la proximidad, la visión de mí se ausentó de mí
Tanto que olvidé mi nombre.

12.

Me sorprendo de Ti y de mí
Oh Tú que deseas al deseante
Tú me has acercado a Ti
Al punto que he creído que Tú eras yo
Y me he absorbido en el amor
Al punto que Tú me has aniquilado en Ti
¡Oh, mi felicidad en la vida
Y mi quietud después de mi sepultación!
En mi lamento y mi confianza
Sólo Tú me acompañas
¡Oh Tú cuyos jardines de signos
Abrazan toda apariencia
Si yo deseo una cosa
Tú eres todo lo que yo deseo!

13.

Oh tú que me acusas por Su amor, ¡Cómo me acusas!
No me habrías acusado si de Él hubieras sabido por qué sufro
Algunos van en peregrinación, la mía está ahí donde yo habito
Sacrifican el ganado y yo, mi alma y mi sangre
Aquellos que, sin la ayuda de los sentidos, giran alrededor de la Ka’aba,
Giran alrededor de Dios,
Quien les dispensa del Lugar Sagrado.

14.

¡Ay! ¿Tú o yo? ¡He aquí dos dioses!
Lejos de mí, lejos de mí la afirmación de dos
Ah, jamás mi no-ser es para Ti un ser
Y mi todo es en todo ambiguo al doble rostro
¿Dónde, entonces, está Tu ser ahí donde yo miro?
Pues ya mi ser está allá o él no tiene “donde”
¿Y dónde está Tu rostro que yo busco con la mirada?
¿En la visión del corazón? ¿En la visión del ojo?
Entre Tú y yo, un yo está de más
¡Que la separación cese y que el Tú avasalle al yo!

15.

Dos en mí vigilan, testigos de Su amor
Y dos en mí atestiguan que Tú me ves
En lo más profundo de mí, no hay pensamiento sino para Ti
Y mi lengua no dice más que Tu amor
Si yo quiero el oriente, Tú eres el oriente del oriente
Y si quiero el occidente, Tú estás justo delante de mis ojos
Si quiero un en-lo-alto, Tú eres el en-lo alto del en-lo-alto
Y si yo quiero un en-lo-bajo, Tú eres todo espacio
Tú eres el lugar de todo, o más bien su no lugar
Y Tú estás, imperecedero, en el todo de todo
En mi corazón, mi alma, mi conciencia mi pensamiento,
La alternancia de mis respiros y el nudo de mi íntimo.

El concepto de religión y sus críticos en occidente

El concepto de religión 
y sus críticos en Occidente


Capítulo de 'El islam aborda los asuntos contemporáneos', de Ali Unal (editorial La Fuente 2009) Pensamiento - 23/05/2011 8:45 - Autor: Ali Ünal - Fuente: Webislam

La palabra religión viene de relegere («leer» o «seguir juntos», así como «legible» y/o «inteligente») o, mucho más probable y generalmente aceptado, de relegare (“volver a atar”). Por tanto por una persona religiosa se entiende un monje atado por sus votos. Ligamento y ligadura también provienen de esta raíz. Para los romanos, esto significaba estar atado, quedarse conectado con costumbres y creencias ancestrales, o una especie de lealtad. Para los cristianos, la palabra inicialmente significó estar ligado o unido a Dios.
La palabra árabe correspondiente es din, la cual literalmente significa obediencia, estar en deuda, restituir los derechos de alguien, adoptar un hábito, forzar, pedirle cuentas a alguien, administrar, recompensar o castigar, servir, prestar, etcétera. Los teólogos musulmanes describen din como el conjunto de los principios revelados por Dios a través de Sus Profetas y Mensajeros, y la práctica que la humanidad debería seguir por su propia voluntad para lograr la felicidad en ambos mundos.
Este concepto de religión puede ser observado desde dos perspectivas: la humana o la Divina. Los seguidores de las religiones monoteístas consideran la religión como principios, valores y mandamientos revelados por Dios, de modo que no se remiten a la humanidad para explicar el origen de la religión. Por el contrario, occidentales modernos y gentes occidentalizadas bajo la influencia del materialismo científico afirman que la humanidad ha creado la religión, y utilizan la antropología, la sociología y la psicología para explicarla.



El pensamiento occidental favorece el materialismo

Lamentablemente, las actitudes imperantes entre muchos occidentales e intelectuales occidentalizados de oriente les impiden considerar el Islam como religión revelada. Como resultado, por lo general entienden la religión por analogía con el Cristianismo actual. El Corán afirma que Jesús vino para restaurar las leyes de la Tora, a excepción de hacer ilícitas algunas cosas lícitas:
"Y [he venido] a confirmar la verdad de lo que aún queda de la Tora y a haceros lícitas algunas de las cosas que [antes] os estaban prohibidas. Y he venido a traeros un mensaje de vuestro Sustentador; sed, pues, conscientes de Dios y obedecedme". (Corán 3: 50)

El Nuevo Testamento también declara:

“No penséis que he venido para abolir la Ley (de Moisés [la Sociedad Bíblica Americana]) y las enseñanzas de los Profetas. No he venido para abolirlas, sino para cumplirlas (Gideons International) para dar cumplimiento a sus enseñanzas (Sociedad Bíblica Americana); completarlas o perfeccionarlas (Sociedad Bíblica, edición en lengua turca)”. (Mateo, 5:17)



A pesar de esto, San Pablo basó su misión en la separación del mensaje de Jesús de su conexión y origen en la Ley Mosaica del Judaísmo, algo equivalente a separar la piel de una persona de su cuerpo. Esto preparó el terreno para la alianza del Cristianismo con las leyes y los ritos romanos, centrándose en el Reino de Dios en el más allá, y relegando la naturaleza y las cosas de este mundo a un plano inferior (y finalmente secular). Esta es una de las causas por las cuales el pensamiento moderno occidental favorece el materialismo y rechaza el origen Divino de la religión.

Perspectivas occidentales respecto a la religión





De acuerdo con los postulados del pensamiento moderno occidental surgido en el siglo diecinueve –influyente en círculos científicos, incluso en el mundo islámico durante el siglo veinte-, la humanidad se mueve continua e irreversiblemente hacia lo mejor. Durante este «progreso», ha pasado por ciertas etapas de desarrollo intelectual y civilizacional. Los antropólogos se han centrado en la teoría de la evolución de la religión, llegando a diferentes conclusiones. Frazer buscó su origen en la magia, Taylor en el animismo, Schmidt en el monoteísmo original, y otros en el pre-animismo, el totemismo, el fetichismo o el politeísmo. Los antropólogos posteriores se centraron en el papel de la religión en la sociedad, más que en su origen. Mientras los antropólogos sociales consideraron la religión como una parte de la sociedad y se centraron en estudios específicos de tribus concretas o en el análisis de mitos, símbolos y rituales, los antropólogos culturales vieron la religión como un conjunto de creencias, ritos e instituciones.





Para ilustrar las diferencias de opinión que surgen entre aquellos que, ya sea por ignorancia u otras limitaciones, ofrecen su definición de un mismo tema, Rumi realizó esta analogía: «Algunos ciegos encuentran un elefante y, después de tocar las diferentes partes de su cuerpo, afirman que esto es una columna pesada y gruesa, un tubo flexible y duro, etcétera». Esto es justo lo que han logrado en Occidente aquellos que han intentado explicar el origen de la religión. Igual que los antropólogos llegan a diferentes conclusiones, los sociólogos proponen diferentes opiniones sobre el origen de la religión.





La sociología de la religión encontró a sus más destacados analistas en Durkheim y Weber. El primero puso el énfasis en las funciones sociales de la religión como un factor estabilizador, creado por la sociedad para expresar sus ideales y cohesionarse. Weber, más dinámico y positivo, vio el lado profético de la religión como un instrumento para formar y cambiar la sociedad, e indagó qué aspectos de las actitudes religiosas occidentales o de la cultura occidental determinaron el surgimiento del capitalismo. Otros sociólogos se centraron en el estudio de grupos religiosos e instituciones concretas.





La psicología de la religión se centra en el individuo y su experiencia religiosa. Un exponente principal de esta corriente es James, quien describió la religiosidad de mente sana y del alma enferma; la religión del una vez nacido y la del dos veces nacido; y la base psicológica de la oración, la meditación, el misticismo y la conversión. Freud fundamentó sus investigaciones en las teorías de la sexualidad infantil, una línea en la que continuó a pesar de la oposición de sus amigos, pacientes y colegas médicos. Acentuó la importancia de las experiencias sexuales de la niñez, consideró la religión como ilusiones (o desilusiones) y proyecciones necesarias, y sostuvo que los sueños, como la neurosis, eran manifestaciones ocultas de deseos sexuales reprimidos.





Estudios más recientes se han centrado en las diferencias entre instituciones o personas religiosas, el grado de madurez de la creencia religiosa, las potencialidades espirituales de la naturaleza humana, y las etapas del desarrollo religioso en niños y adultos.





El denominador común en el análisis «científico» occidental de la religión es que es un invento humano diseñado a) o bien para proyectar los deseos o debilidades reprimidos; b) o bien el resultado de los esfuerzos individuales o colectivos para sistematizar las creencias y los ritos de una comunidad. El corolario es que dado que la ciencia evoluciona, la gente ya no necesitará la religión, lo que Feuerbach escribió es hoy un dogma desmentido por la política de los seguros de vida, ferrocarriles y barcos de vapor, escuelas militares e industrias modernas y los teatros y museos científicos de la sociedad moderna. Según Marx, la religión es el opio del pueblo e inevitablemente quedará relegada al pasado.





Comte divide la historia humana en tres períodos: la era religiosa, un tiempo en que la gente primitiva temía los fenómenos y las fuerzas de la naturaleza y necesitó creer en un Ser Supremo; la era metafísica, cuando la humanidad alcanzó un grado más elevado de madurez intelectual; y la era de la ciencia, en la cual no habrá lugar (ni necesidad) para la religión, porque la razón y la ciencia solucionarán todos los problemas de la humanidad. Algunos seguirán profesando una religión minimizada, compuesta de principios morales y espirituales básicos, para satisfacer sus necesidades emocionales y espirituales y llevar una vida recta. Pero la religión no debe exceder sus límites ni interferir en la vida colectiva —especialmente en la vida política— de la sociedad. Según Buisson, el secularismo no eliminará la religión completamente, pero la reducirá considerablemente y destruirá la fuerza de sus dogmas y la base de sus doctrinas.





Antes de pasar a criticar las perspectivas occidentales sobre la religión, resumiremos otras definiciones aportadas por pensadores o filósofos occidentales:



Hegel considera que la religión es una cierta perspectiva del Universo. Croce, un seguidor italiano de Hegel, la define como una filosofía incompleta. Kant, considerando la religión en términos de moralidad social, piensa que en la práctica la religión consiste en considerar nuestras responsabilidades como decretos Divinos. Schleiermacher considera la religión como una sensación o excitación, una emoción o un sentimiento noble, sentido hacia lo eterno. Al rechazar el papel social y político de la religión, considera su espíritu o esencia como un conocimiento intuitivo de los valores más elevados de la vida y la dimensión metafísica de la existencia. Ralph Otto, un teólogo contemporáneo, afirma que la religión es un miedo misterioso combinado con temor, que nos estremece y nos atrae a sí mismo. La definición de Boutroux es: la religión es aquella creencia y aquellos sentimientos que exigen sus derechos al margen de la visión científica.





Una Crítica

La visión positivista de la religión asumida en Occidente, tutelada por los dogmas de la ciencia y la tecnología, es sumamente cuestionable. El positivismo considera los niveles sociológicos, económicos, militares y políticos de Occidente como el nivel más alto que la humanidad puede alcanzar —una visión que incluso muchos pensadores occidentales han criticado con severidad—. Además de las angustias y tensiones existenciales generadas por estas ideas, el intento de Compte de establecer una religión humanista hacia el final de su vida, a pesar de su visión de la religión como perteneciente a un periodo superado de la historia, muestra que la religión no puede ser negada o descartada como un producto histórico.



También, a pesar de los recientes avances científicos y tecnológicos, del extremo liberalismo sexual, de los altos niveles de vida y de educación, el mundo está viviendo un interés creciente y un retorno a la religión. Nuevas y primitivas religiones han surgido (por ejemplo, la adoración del diablo), y la búsqueda de la satisfacción por medio de fenómenos sobrenaturales auténticos o falsos (por ejemplo, la telepatía, la nigromancia, la brujería y la cartomancia) se han hecho comunes. Además, como Fromm mostró, buscamos todavía la seguridad y las garantías de futuro a través de una relación sobredimensionada con compañías de seguros, sindicatos, gobiernos poderosos, empresas y contratos. Hemos visto la caída del comunismo y el retorno de la religión en aquellos países que anteriormente estaban bajo su gobierno.

Tales acontecimientos muestran que las teorías mencionadas sobre los motivos del surgimiento de las religiones son falsas. Estos acontecimientos y tendencias demuestran también que los estudios occidentales respecto a la religión –estén basados en la sociología, la antropología, o la psicología-, parten de falsas premisas. La religión es un valor creciente en el mundo, y cada día más gente se dirige a ella, mientras la civilización moderna occidental es severamente cuestionada y muestra los signos de su decadencia interna, aunque aparentemente parezca estar en el cenit de su dominio.

Habiendo vivido el primer cuarto del siglo veinte, Spengler predijo la caída de esta civilización con todos sus rascacielos, enormes metrópolis y ferrocarriles, y pronosticó que todo ello se convertiría en un museo etnográfico. Intelectuales y científicos occidentales «refinados» como Guénon, Carrel, Planck, Pasternak y Jeans, han sostenido que la religión permitirá a la humanidad vivir una nueva era de felicidad. También, como hemos mencionado anteriormente, el resurgimiento de las iglesias misionales en toda la Cristiandad y la vuelta a los valores islámicos en todo el mundo musulmán, a pesar de las duras medidas tomadas contra el Islam por gobiernos autóctonos durante varias décadas, demuestran que es casi imposible derrotar la religión.



Notas



San Pablo (10? -67?): El judío del primer siglo que, tras ser un enemigo implacable del Cristianismo, se convirtió una figura importante de su historia. [Aunque él nunca se encontró con Jesús ni le oyó enseñar], se convirtió en el Apóstol (misionero) más destacado del nuevo movimiento y tuvo un papel decisivo en la extensión del mismo más allá de los límites del Judaísmo, para convertirlo en una religión mundial.



Sir James George Frazer (1854-1941): Antropólogo británico, folklorista y erudito clásico. Su distinción entre la magia (una tentativa de controlar los acontecimientos según actos técnicos basados en el razonamiento incorrecto) y la religión (un recurso de apoyo para los seres espirituales) básicamente ha sido asumida en muchas obras antropológicas. Su secuencia evolutiva del pensamiento mágico, religioso, y científico ya no es aceptada.



Sir Edward Taylor (1832-1917): Acuñó el término animismo (una creencia en almas individuales o anima en todas las cosas, incluso los árboles y las montañas), al cual consideró como la primera etapa de la evolución religiosa.



Wilhelm Schmidt (1868-1954): Antropólogo alemán y sacerdote católico, quien dirigió la influyente escuela de la etnología cultural histórica europea. Sostuvo que los pueblos más primitivos creyeron en un Ser Supremo y que sus religiones podrían ser consideradas correctamente como monoteísta.



Yalaladdin al-Rumi (1207-73): El mayor maestro sufi y poeta en persa; famoso por su lírica y su epopeya didáctica Masnawi-i Ma’nawi (Coplas Espirituales), que influyó extensamente en el pensamiento y la literatura sufi.



Emile Durkheim (1858-1917): Científico social francés que desarrolló una metodología vigorosa combinando la investigación empírica con la teoría sociológica, es considerado como el fundador de la escuela francesa de sociología; Max Weber (1864-1920): sociólogo y economista político alemán conocido por su tesis sobre la Ética Protestante, en la cual relaciona el protestantismo con el capitalismo, y por sus ideas sobre la burocracia.



William James (1842-1910): Filósofo y psicólogo estadounidense que desarrolló el pragmatismo, un movimiento filosófico que ha tenido un impacto importante sobre la cultura americana desde el siglo diecinueve. El pragmatismo demanda que las ideas y teorías sean probadas en la práctica, de cara a evaluar si realizar una idea o una teoría produce resultados deseables o indeseables. Según los pragmáticos, todas las afirmaciones sobre la verdad, el conocimiento, la moralidad y la política deben ser verificadas.



Sigmund Freud (1856-1939): Neurólogo austriaco y el fundador del psicoanálisis, que es al mismo tiempo una teoría de la psique humana, una terapia para relevar sus males, y un instrumento para interpretar la cultura y la sociedad.



Ludwig (Andreas) Feuerbach (1804-1872): Filósofo alemán y moralista conocido por su influencia sobre Karl Marx y su doctrina humanista teológica.



Karl Marx (1818-83): Sociólogo, historiador y economista. Publicó (con Friedrich Engels) El Manifiesto Comunista y Das Kapital. Estas y otras obras de Marx y Engels forman la base del marxismo.



Auguste Comte (1798-1857): Filósofo francés conocido como el fundador de la sociología y del positivismo. Comte dio nombre a la ciencia de la sociología y la estableció en una manera sistemática.



Ferdinand-Édouard Buisson (1841-1932): Educador francés que reorganizó el primer sistema escolar de Francia. Siendo designado como inspector general de las escuelas públicas de París (1871), tuvo que dimitir por pedir la eliminación de la enseñanza religiosa. Como director nacional de la educación primaria (1879-96), ayudó al Primer Ministro Jules Ferry a redactar las leyes que sustrajeron las escuelas públicas del control de iglesia (1881, 1886) e hicieron la educación primaria libre y obligatoria (1882).



Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831): Filósofo alemán que desarrolló un esquema dialéctico que acentúa el progreso de la historia, conocido por sus ideas sobre el paso de la oposición entre tesis y antitesis a una nueva síntesis que las supera.



Benedetto Croce (1866-1952): Historiador, humanista y destacado filósofo italiano de la primera mitad del siglo veinte.



Immanuel Kant (1724-1804): Filósofo alemán cuyo trabajo comprensivo y sistemático en la teoría del conocimiento, la ética y la estética influyó en gran medida en toda la filosofía posterior, sobre todo el kantismo y el idealismo.



Friedrich Schleiermacher (1768-1834): Teólogo alemán, predicador y filólogo clásico, generalmente aceptado como el fundador de la teología protestante moderna.



Erich Fromm (1900-80): Psicoanalista alemán-estadounidense y filósofo social que exploró la interacción entre psicología y sociedad. Creyó que aplicar los principios psicoanalíticos para curar los males culturales permitiría a la humanidad desarrollar una sociedad psicológicamente equilibrada y sana.



Oswald Spengler (1880-1936): Filósofo alemán que alegó que ya que la mayor parte de las civilizaciones deben pasar por un ciclo de vida, los historiadores pueden reconstruir el pasado y predecir «las formas espirituales, la duración, el ritmo, el significado y el producto de las etapas incompletas de nuestra historia occidental».



René Guénon (1886-1951): Estudiante francés de la sabiduría tradicional quien realizó investigación en el griego, latín, inglés, italiano, alemán, español, sánscrito, hebreo, árabe y varias lenguas chinas;
Alexis Carrel (1873-1944): cirujano francés quien recibió el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1912 por desarrollar un método de suturar vasos sanguíneos; Max Planck (1858-1947): físico alemán teórico quien originó la teoría cuántica, por la que ganó el premio Nobel de Física en 1918. Esta teoría cambió radicalmente nuestro entendimiento de los procesos atómicos y subatómicos;
Boris Pasternak (1890-1960): poeta ruso cuyo El Doctor Zhivago, una epopeya de un aislamiento errabundo y espiritual, y el amor entre la dureza de la Revolución Rusa y sus consecuencias, que le ayudó a ganar el premio Nobel de Literatura en 1958 (declinada).
James Jeans (1877-1946): astrónomo británico quien propuso una teoría de colisional basada en una estrella que pasa cerca del Sol y saca la materia que está condensada en los planetas. Él también trabajó sobre la termodinámica, el calor y otros aspectos de la radiación.

jueves, 26 de mayo de 2011

ACERCA DE LA VIOLENCIA Y LO SAGRADO - F. MALLIMACI

Iglesia y Dictadura
Acerca de la violencia y lo sagrado
Por Fortunato Mallimaci. (*)

 
El concepto de ‘guerra santa o justa’ legitimaba el asesinato, la tortura, la ‘recuperación’ de hijos de ‘subversivos’. La legitimación católica, sagrada a estos exterminios, quitaba culpa a los ejecutores.
Estos días se mencionó –una vez más– el conocimiento que tiene el actual cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, sobre lo sucedido durante la dictadura, en particular sobre el robo de bebés. Su actuación como superior de la orden de los jesuitas en esos años le permitió tener un conocimiento amplio y directo de lo que sucedía.
Conocía el mundo de las FF AA, pues uno de sus objetivos personales era “evangelizar a los centuriones”, ya que se suponía iban a hacerse cargo por largas décadas de los gobiernos en América Latina. Es fundamental que declare todo lo que conoce y que presente a la justicia los archivos institucionales completos de la Compañía de Jesús de esos años. Y no estaría mal que se eliminen este y otros privilegios a las autoridades eclesiásticas. 
El caso hay que verlo en un horizonte de sentido más amplio. Recordemos que –hoy, como ayer y como hace miles de años– hay múltiples memorias que se disputan conflictivamente el pasado del mundo cristiano. En los testimonios de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) y en los juicios de lesa humanidad encontramos a un grupo de víctimas que se manifestaba católico –como la mayoría de la población– y afirmaba que su acción social, política, cultural o político-militar provenía de una ética católica que los había llevado a la acción solidaria con los pobres. Esa ética había sido socializada en parroquias y pastorales del movimiento católico fruto de la renovación y efervescencia de esos años. Esa memoria católica exige que no haya impunidad, sino verdad, justicia y condena a los responsables.
 Del mismo modo, los miembros de la Junta Militar o los grupos de tareas invocan –entre otros– a Dios y recomendaciones de sacerdotes para explicar esa “guerra contra el comunismo, contra la subversión”. Sus familiares, defensores y el Círculo Militar piden “una memoria completa de lo ocurrido durante la agresión subversiva”.
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Sería fácil utilizar categorías binarias: decir que unos católicos eran progresistas y otros reaccionarios; unos liberadores y otros opresores. El tema es mucho más profundo dado que lo religioso, lo político y lo social tienen vínculos amplios y diversos imposibles de ignorar. Más que separar hay que recordar las complejas intersecciones entre esos espacios y las continuidades de lo cristiano-católico en el proceso histórico hasta hoy. 
El concepto de “guerra santa o justa” legitimaba el asesinato, la tortura, la “recuperación” de hijos de “subversivos”. La legitimación católica, sagrada a estos exterminios, quitaba culpa a los ejecutores, aliviaba la responsabilidad, justificaba la violencia para expurgar “los pecados de la sociedad”. El asesinato masivo de “subversivos” agradaba a Dios y abría las puertas del cielo.
Muchos militares “confesaron”, mejor dicho, declararon en los juicios abiertos (otra vez se pasa de un registro religioso a otro de derecho) que no les era sencillo cumplir las órdenes de exterminio y pedían a algún sacerdote que los “bendijera” en esa misión “justa y santa”. El religioso cumplía aquí el rol fundamental de autoridad sagrada por el vínculo personal con los victimarios. Pero su “misión salvífica” no se acaba allí, también denunciaba. Los archivos de la DIPBA (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires) muestran informes de esos sacerdotes contra otros que asumían posturas sociales y políticas públicas contra la complicidad estatal-católica.
En la revista Puentes de la CPM (Comisión Provincial de la Memoria) se publicaron numerosos testimonios: “En el Pozo de Arana se vio al padre Luis Astolfi, capellán del Regimiento 7. El sacerdote Aldo Vara visitaba el centro clandestino de Bahía Blanca. En el campo de Guerrero vieron al vicario José Medina, que fue obispo de Jujuy. Federico Gogalá de la diócesis de San Miguel visitaba a embarazadas en Campo de Mayo. Quienes estuvieron en Caseros recuerdan a los padres Silva y Cacabelos, que ejercían la tortura psicológica, igual que (el cura) Von Wernich. Y las ex presas de Devoto escucharon a (el cura) Hugo Bellavigna, a quien bautizaron ‘“San Fachón” decir “primero soy penitenciario, segundo capellán y tercero sacerdote”. Otras denuncias recaen sobre el ex nuncio Pío Laghi por su paso por Tucumán. El propio monseñor Plaza fue visto en centros clandestinos. 
Cuando la violencia recurre a lo sagrado y viceversa debemos ser precisos en la comprensión y unánimes en el rechazo. Y eso debe estar presente en el recorrido legal e histórico que hagamos. Los juicios de lesa humanidad, rehacer memorias desde las víctimas y la construcción histórica plural de los contextos sociales, simbólicos y religiosos constituyen tres modalidades diferentes de relacionarnos con nuestro pasado, donde cada una posee su propia racionalidad. Estas tres dimensiones no están separadas sino que coexisten, se disputan y se deslegitiman mutuamente para presentarse cada una de ellas como “la verdadera y única”. 
A lo largo de la historia los actores se volcaron de lleno a marcar fronteras simbólicas que dieran sentido a identidades construidas sobre la propia trayectoria. Esto exigió un activo “trabajo de memoria” en pos de la construcción de un linaje para reinventar la “memoria autorizada”, fundada también en una tradición construida, en el compromiso personal asumido con una comunidad concreta o simbólica.
La memoria no es sólo el pasado ni la utopía sólo del futuro. “Luchar por la memoria” no es simplemente rehacer un pasado sino disputar el control de los imaginarios sociales. Poner en juego la dupla memoria-utopía, pasado-esperanzas colectivas, que se retroalimentan y completan.
En un momento de la historia donde pareciera que se vive un presente continuo y urgente, sin lazos sociales con el ayer ni el mañana, se hace urgente la disputa simbólica de la organización y el dominio del tiempo colectivo. La memoria es un horizonte político, un horizonte de conflicto y un horizonte utópico.+ (PE/Tiempo Argentino)
(*) El Doctor Fortunato Mallimaci es miembro de la Comisión Provincial de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires. Su artículo fue publicado en el matutino Tiempo Argentino de la ciudad de Buenos Aires el  19 de Mayo de 2011

miércoles, 11 de mayo de 2011

DESDE UNA CÁRCEL, CARTA DE UNA MADRE PALESTINA

Os habéis imaginado a una mujer palestina dando a luz en la cárcel ?
Salah Hamouri
11 mai 2011
 
Desde las celdas de la prisión se pueden oír voces a veces indignadas que hablan de los derechos humanos… Estos hombres políticos, estos gobiernos que pretenden defender los derechos humanos y aplicar la justicia, ¿saben lo que está pasando en las cárceles de la ocupación israelí ? ¿Saben que más de 8000 prisioneros son víctimas de una muerte lenta ?


 
A veces se elevan algunas voces en reuniones de las cumbres,, puede ocurrir que alguien hable de presos políticos palestinos, pero se habla de nosotros como de terroristas, denúmeros sin cara, cuando como todos los seres humanos, a veces somos débiles, a veces fuertes, amamos y detestamos, reímos, tenemos incluso nuestros momentos de alegría, o lloramos cuando pensamos en nuestras familias.

Para expresar nuestro sufrimiento, me haría falta escribir 100 libros, pero ni una enciclopedia que escribiera haría mover vuestras conciencias si es que alguna os queda después de vuestra carrera hacia el petrodólar del Tío Sam que ocupa Iraq vestido de demócrata.

Vosotros apoyáis la justicia y los derechos humanos en algunos lugares del mundo, pero aquí estáis apoyando y legitimando la ocupación y nosotros pagamos el precio en estas celdas.

¿Os habéis imaginado alguna vez a una mujer palestina dando a luz, atada de pies y manos ?

¿Habéis visto alguna vez a un niño de 12 años esposado en un chek point durante horas y horas al sol o bajo la lluvia por el capricho de un simple soldado ?

¿Sabéis que un gran número de mis camaradas lleva ya más de 20 años detrás de las rejas ? Muchos han perdido a sus padres sin poder decirles ‘adiós’.

Los gobiernos occidentales deben revisar sus posiciones respecto al Próximo Oriente antes de que sea demasiado tarde. Desde hace un tiempo, las revoluciones de los pueblos árabes están poniendo fin a dictaduras que a menudo servían a vuestros intereses en vez de defender a sus pueblos.

¡Vivan las revoluciones árabes !
¡Viva el poder de los pueblos !
¡Viva la libertad !

Prisión de Guilboa, 20 de febrero de 2011
 
*Salah Hamuri, de madre francesa y padre palestino, con pasaporte francés, era estudiante de la Universidad de Belén cuando fue abusivamente detenido por la justicia israelí en 2005. A día de hoy sigue en prisión y, a pesar de los llamamientos de la familia y de diferentes comités de apoyo que abogan por la causa de este joven, el Estado francés no ha hecho ninguna gestión significativa para librera a su ciudadano de las mazmorras israelíes

PADRE CARLOS, UNA VIDA PARA EL PUEBLO

Padre Carlos Mugica, semblanza de un cura como pocos
Por Horacio Ríos


El mártir que vive en el alma del pueblo

El padre Carlos Mugica fue un paradigma de su tiempo, a la vez que una contradicción en sí mismo. Hijo de una familia de clase alta, ofrendó su vida por los más humildes, incluso conociendo de antemano que ésa era una posibilidad demasiado cercana. Para servirles, renunció a una prometedora carrera en el seno de la iglesia, que podría haberlo llevado a las más altas jerarquías, ya que era un hombre de brillante inteligencia. Pero eso no era todo: era un cura peronista que trabajaba en el Barrio Comunicaciones, hoy Villa 31. Vivió sin miedo y sin pedir nada para sí mismo. Lo asesinó un matón a sueldo, en el que algunos creyeron reconocer al comisario de la Policía Federal Rodolfo Almirón. Después de 30 años, para desmentir a sus asesinos, Mugica sigue siendo recordado como lo que fue: un cura como los que prefería otro mártir de aquellos tiempos, el "Chacho" Angelelli: "con una oreja en el Evangelio y la otra en el pueblo"

El que luego sería el padre Carlos Mugica nació en Buenos Aires el 7 de octubre de 1930, en el seno de una familia de clase alta. Su padre, Adolfo Mugica, fue diputado conservador entre 1938 y 1942 y posteriormente, en 1961, ministro de Relaciones Exteriores, durante la presidencia de Arturo Frondizi. Por otra parte su madre, Carmen Echagüe, pertenecía a una familia de ricos estancieros bonaerenses.
En 1949 comenzó la carrera de derecho –de la que cursó sólo dos años- en la Universidad de Buenos Aires. En 1950 viajó con varios sacerdotes y con su amigo Alejandro Mayol a Europa, donde comenzó a madurar su vocación sacerdotal. En marzo de 1952, a los 21 años ingresó al seminario para iniciar su carrera sacerdotal.

Finalmente se ordenó como sacerdote en 1959, pocos años después de haber participado –según sus propias palabras- "del júbilo orgiástico de la oligarquía por la caída de Perón". Pero Mugica también sabía reconocer sus contradicciones. Relataba que en una ocasión, caminando por un pasillo oscuro de un conventillo, vio una leyenda escrita en la pared que lo conmovió profundamente:"Sin Perón no hay Patria ni Dios. Abajo los cuervos". Los cuervos eran los curas. Quizás en ese momento supo que si permanecía en el lugar de siempre, seguiría estando en la vereda de enfrente de "la gente humilde".

Después de ordenarse, sirvió en la diócesis de Reconquista y luego colaboró con el cardenal primado de Argentina, Antonio Caggiano, en lo que parecía ser el comienzo de una prometedora carrera eclesiástica. Pero ya en sus primeros destinos como sacerdote tuvo problemas. El propio Mugica recordaba uno de sus primeros tropezones con humor: "Creo que la misión del sacerdote es evangelizar a los pobres... e interpelar a los ricos. Y bueno, llega un momento en que los ricos no quieren que se les predique más, como sucedió en el Socorro cuando me echaron las señoras gordas que le fueron a decir al párroco que yo hacía política en la misa".




Años después, en 1966, se encontró en una misión en Santa Fe, a los que serían luego los fundadores de la organización Montoneros Carlos Ramus, Fernando Abal Medina y Mario Firmenich, a los que ya conocía de cuando estaba destinado en la pastoral para los jóvenes en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Esta relación los influenció a todos ellos y les sirvió para tomar por el hasta entonces impensado camino de la lucha y del compromiso con los sectores más humildes de la sociedad.

Su encendida y pública defensa del peronismo, como asimismo la frecuencia con que en sus discursos citaba al Che Guevara, a Mao y a Camilo Torres y otros, le trajeron al padre Carlos abiertos, y cada vez más frecuentes, choques con el arzobispo Juan Carlos Aramburu.

En los tiempos en los que nacía la dictadura militar que encabezó el malhadado general Juan Carlos Onganía, durante la cual se agudizarían hasta límites intolerables las contradicciones entre el Ejército y el pueblo argentino; entre los intereses de la Patria y los del imperio; entre una Iglesia cómplice de la dictadura y los sacerdotes que, sin grandilocuencia pero con firmeza, buscaban, como Camilo Torres, el camino de la liberación, encontró Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe –tal su nombre completo de "niño bien- su destino.

El año 1968 fue decisivo en la vida del padre Mugica. Viajó a Francia para estudiar Epistemología y Comunicación Social; profundizó su amistad con el padre Rolando Concatti –uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo- y viajó a Madrid, donde conoció al General Juan Domingo Perón.

Estando en París se enteró de la fundación del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Inmediatamente, con la presteza de los que saben que han encontrado su destino, adhirió a él. También comenzó a colaborar con el Equipo Intervillas que creó en ese año decisivo el padre Jorge Goñi.

Al volver de la capital francesa se encontró con que el padre Julio Triviño –un cura situado ideológicamente en sus antípodas- lo había reemplazado como capellán de las monjas del Colegio Malinkrodt. Claro que el cambio que habían decidido las monjas no era inocente ni casual. Triviño, un conspicuo representante de la línea conservadora de la iglesia argentina era también, para que no estuviera ausente la coherencia, capellán castrense.




El Peronista Nº 5, (reemplazo de El Descamisado), 21 de mayo 1974. Notas sobre Carlos Mugica. Clic para descargar


El destino comenzaba a alcanzar a Mugica. Los padres asuncionistas, que estaban a cargo de la parroquia de San Martín de Tours –otra de las iglesias en las que se refugiaban los ideólogos de todas las dictaduras pasadas y futuras-, habían decidido abrir una capilla en la villa de Retiro y le ofrecieron al joven sacerdote que se hiciera cargo de ese trabajo, que aceptó alborozadamente.

Lejos estaba ya Mugica de aquel joven sacerdote de buena cuna que hollaba los pasillos de la Curia, y que daba los primeros pasos de una brillante carrera eclesiástica. De habérselo propuesto, posiblemente hoy existiría en la nómina de la iglesia algún obispo o cardenal llamado Carlos Mugica, que entregaría su anillo a los fieles para ser besado y que luego pontificarían contra el peronismo.
En el Barrio Comunicaciones levantó la parroquia Cristo Obrero, en la que ejerció su compromiso hasta el día de su asesinato. Al mismo tiempo, colaboraba con su gran amigo, el padre Jorge Vernazza, como vicario de la parroquia San Francisco Solano.

También por esos tiempos su poderosa intelectualidad se convirtió en faro desde la cátedra de Teología en la Universidad de El Salvador y desde las que dictaba en las facultades de Ciencias Económicas, de Derecho y de Ciencias Políticas.

El compromiso con los pobres que asumió el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, entretanto, chocaba de frente con la prohibición estricta de manifestarse políticamente, decidida por el arzobispo coadjutor de Buenos Aires, Juan Carlos Aramburu, decidido más que nunca a mantener a la iglesia alineada con el poder. Por supuesto que Aramburu jamás se opuso a las efusiones ideológicas de los curas que tomaban el té en las mansiones de San Isidro o de Barrio Norte, incluido él mismo. Desde su retiro, el antiguo prelado amigo del poder ve pasar sus días en una opulenta mansión de la calle La Pampa, cercana a las de sus amigos de la Avenida Melián, ostentadores de una riqueza que habita muy lejos de la gente que fue el motivo de los desvelos del padre Mugica.

Pero aquellos años exigían definiciones. La violencia que ejercía la dictadura se tornaba más indecente a medida que su poder era cuestionado con más decisión por las organizaciones populares, que tampoco desistían de utilizar la violencia revolucionaria. Uno de los amigos más cercanos de Mugica, el padre Alberto Carbone, fue encarcelado tras la muerte del ex dictador Pedro Eugenio Aramburu a manos de la organización peronista Montoneros.

La apasionada defensa de su amigo, su antigua cercanía con los fundadores de la mítica organización guerrillera y su actitud frente a la violencia popular que, al negarse a condenarla, la dictadura consideró "poco clara", provocaron también su encarcelamiento.



Emisión del programa radial Atrapados en libertad por AM 530, La Voz de las Madres


Los periódicos "La Razón" y "La Nueva Provincia" cuestionaron con dureza a Mugica por su "justificación de la violencia que se ha desatado en el país". Claro, que para esos personeros de oscuros intereses no habían existido ni la Semana Trágica, ni los bombardeos de Plaza de Mayo, ni la furiosa represión del Plan Conintes, ni nada. La violencia la habían desatado –en su particular concepción- los peronistas, que hasta ese tiempo sólo habían sufrido represión, humillación y muerte.

Las homilías del padre Mugica y de todos los sacerdotes del MSTM eran grabadas por los servicios, colocándolos casi en una situación de blancos móviles. Aramburu –el arzobispo- le propuso varias veces a Mugica que abandonara el sacerdocio. Mugica rechazó el ofrecimiento, aunque esta situación lo angustiaba fuertemente. "Espero, en Dios, no verme forzado jamás a abandonar el sacerdocio, aunque deba resistir infinitas presiones", definió alguna vez, con la claridad de siempre.

Tras la asunción de gobierno popular, el 25 de mayo de 1973, Mugica aceptó un cargo –no rentado- de asesor del Ministerio de Bienestar Social, aunque luego se desvinculó de él por sus discrepancias con el ministro José López Rega, que luego tendría el dudoso honor de ser el fundador de la no menos dudosamente célebre "Triple A". La explicación de Mugica fue sabiamente sencilla: "no había comunicación entre el ministerio y los villeros".

De todos modos, comenzaron a tomar cuerpo otras preocupaciones para el sacerdote: una noche, ante algunos colaboradores del Barrio Comunicaciones, manifestó que "López Rega me va a matar". Pero por esos días le había dicho a un periodista que "no tengo miedo de morir. De lo único que tengo miedo es de que el arzobispo me eche de la Iglesia"

En 1974 apareció el disco "Misa para el Tercer Mundo", en el que el Grupo Vocal Argentino cantaba –sobre textos escritos por el propio Mugica– ritmos argentinos, africanos y asiáticos. Como premio, tiempo después, un hombre poco afecto al arte y a la generosidad, el ministro del interior de Isabel Perón Alfredo Rocamora, mandó destruir miles de ejemplares de esa obra.

Las amenazas de muerte se multiplicaban sobre la humanidad de Mugica. La revista seudoperonista, "El Caudillo", se preguntaba –con una sorna no exenta de estupidez– si "está al servicio de los pobres o tiene a los pobres a su servicio", a la vez que lo acusaba –con la misma supina estupidez– de "bolche".

El 11 de mayo de 1974, el padre Carlos Mugica cumplió con algunas de sus rutinas habituales. A las ocho y cuarto de la noche, después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano –situada en la calle Zelada 4771, en el barrio de Villa Luro–, se disponía a subir a su humilde Renault 4-L, cuando un triste personaje –en el que algunos testigos creyeron reconocer al comisario Rodolfo Eduardo Almirón, el jefe de la "Triple A" lopezrreguista– bajó de un auto y le pegó cinco tiros en el abdomen y en el pulmón. El tiro de gracia se lo dio en la espalda. Una manera infame de acabar con la vida de un hombre digno, que siempre respetó antes que nada su mandato interior, ese que nacía de su pueblo y que se prolongaba luego en su propia voz.

El sacerdote fue enterrado posteriormente en el cementerio de Recoleta, hasta que en 1999, en un acto de justicia, sus restos fueron trasladados a la Parroquia Cristo Obrero, en el Barrio Comunicaciones, donde amó y fue amado sin condiciones, que hoy –tiempos crueles- es conocido como la Villa 31.

Desde entonces, Mugica, para contradecir a sus asesinos, habita en un territorio del que jamás será desalojado: el corazón de su pueblo. Un lugar que comparte con muy pocos, entre los que pueden contarse sus amados Juan Domingo Perón, la abanderada de los humildes, Evita y el también mártir obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli.

Fuente: Diario de Cartas | www.elortiba.org

martes, 10 de mayo de 2011

UNA MIRADA SOBRE ERNESTO SÁBATO

Apocalíptico e integrado

Durante más de cincuenta años, desde que abandonó la ciencia para dedicarse a la literatura, la figura de Ernesto Sabato fue tan pública como polémica. Antiperonista, se peleó sin embargo con la revista Sur por su mirada sobre la reacción popular tras el golpe del ’55 en El otro rostro del peronismo. Intelectual del frondizismo, némesis literaria de Borges, autor de la teoría de los dos demonios, presidente de la Conadep, apocalíptico e integrado, además de todo, Sabato publicó tres novelas y un puñado de ensayos bendecidos por el reconocimiento mundial, un notable éxito de público –Sobre héroes y tumbas es una de las novelas más leídas de la literatura argentina– y hasta el Premio Cervantes. A pesar de producirse a los 99 años, su muerte no dejó de reflotar por estos días las polémicas y los debates que lo acompañaron a lo largo de las décadas más agitadas de la política y la cultura argentinas. Por eso, a una semana de su muerte, Radar recorre los múltiples puntos de vista sobre él en el último medio siglo.

Por Claudio Zeiger

Cómo no acordarse en estos días, por lo fresco y por ciertos paralelismos quizás un poco forzados pero paralelos al fin, de la polémica visita de Mario Vargas Llosa con ocasión de la Feria del Libro. Salvando distancias, y adoptando el respeto que aun para sus detractores conlleva la muerte de un escritor casi centenario, algo común atravesó el affaire Vargas Llosa y el subrayado “polémico” que en casi todos los medios –televisión y gráfica– se le adosó a la tarea intelectual de Ernesto Sabato: la necesidad, por no decir la inevitabilidad, de escindir lo ideológico de lo artístico, la cosa pública del intelectual de los textos literarios, la obra. En líneas generales, y no sin bastante razón, se concluyó que a pesar de ser el autor de novelas formidables como La ciudad y los perros o Conversación en la Catedral, Mario es un patán político, un derechista cavernícola que sigue escribiendo textos anticolonialistas como El sueño del celta (repito lo que oí, no lo leí todavía) a sueldo precisamente de los colonialistas.

La muerte de Sabato reflotó a medias la estrategia que tenemos a mano para enfrentar la insatisfacción espiritual que suelen generarnos nuestros ídolos literarios (¡imaginen si hubiéramos estado despidiendo a Céline!): escribió Sobre héroes y tumbas pero fue a almorzar con Videla. O viceversa. La verdad es que al producirse esas brechas nos desencantamos de Vargas Llosa, de Sabato y en general de todos aquellos que sufrieron algún tipo de conversión ideológica a lo largo de su historia, como nos desencantamos de los padres o de los reyes magos (que son los padres). Y aunque nos cueste admitirlo, el desencanto ideológico influye sobre nuestras opiniones literarias, estéticas, porque altera nuestro sistema de valores en la lectura. Por ejemplo, es difícil releer Abbadón con calma después de esbozada la teoría de los dos demonios. Cabe, sí, agregar que más allá de que compartan esa brecha entre lo ideológico y lo artístico (de signos diferentes en ambos, queda claro), Sabato siempre demostró una genuina sensibilidad social hacia los más humildes y desprotegidos (incluyendo a los adolescentes y a los jóvenes militantes de los ’70), sensibilidad de la que evidentemente carece el liberalismo liso y abstracto del más reciente Premio Nobel. Frente a las objeciones, sólo resta defender Sobre héroes y tumbas y seguir mascullando insatisfacción.

La literatura argentina del siglo XX es rica, riquísima, en este tipo de situaciones y polémicas por ser directa heredera de la literatura política, beligerante, propagandística y militante del siglo XIX. Es probable que el ciclo que se inicia en el siglo XXI sea muy diferente y que se encuentre cada vez más lejos de esos sayos polémicos que escritores como Sabato, Borges, Cortázar, Mallea, Martínez Estrada, Victoria Ocampo, Marechal desde otra perspectiva, no sólo cargaron sobre sus espaldas sino que muchas veces ellos mismos utilizaron como estrategia para insertarse como escritores en el campo intelectual de su tiempo. La máscara de Sabato, en definitiva, fue una de las tantas del campo literario de los años ’50 en adelante. Esa seriedad de Sabato que –hay que decirlo– exacerbó hasta rozar la autoparodia a partir de Abbadón, cuando él mismo se convierte en el personaje del escritor atormentado, fue compartida con matices por muchos otros –de Sur y de Contorno– que creyeron que las ideas y las letras son y deben ser cosa seria. La seriedad sabatiana (antes de devenir en la Profundidad de un gesto ceñudo, aunque no hay que olvidar tampoco que era un hombre realmente depresivo), bien puede quedar en el museo de los antídotos contra la pavada insondable que aqueja a buena parte de la literatura de los últimos años.

Es obvio que a muchos nos ha sacudido por estos días caer en la cuenta de que, a pesar del tiempo transcurrido y lo avanzado de su edad, la muerte de Sabato vino a cerrar tardíamente un círculo, vino a confirmar la irremediable muerte física del corazón de la literatura argentina del siglo XX, que ya se presentía y se volvía visible entre 1979 (muerte de Victoria Ocampo) y 1984-1986 con la muerte de Borges, Cortázar y Mujica Lainez y 1993 con la muerte de Silvina Ocampo. Bioy Casares moría al filo del nuevo siglo, en 1999. El caso de Sabato confirma que sólo la muerte física de los escritores libera por fin la obra hacia su total autonomía. Es como si los textos ineludiblemente necesitaran la total separación del cuerpo productor para montar un sentido completo. Se terminó, con la muerte de Sabato, el siglo XX para la literatura argentina. Se terminó el 30 de abril de 2011 en Santos Lugares como había empezado a terminarse en los ’80 en Ginebra, en París, en Cruz Chica Córdoba, en Buenos Aires, en la Recoleta. Se nos hace cuento, se nos hace mito, que existió la literatura argentina del siglo XX protagonizada por esos portentosos (término sabatiano) escritores-personajes.

En este contexto, Sabato es uno de los varios episodios incómodos de esa literatura argentina del siglo pasado. Y en su caso, lo más curioso es que esa incomodidad contrastó con la beatificación que algunos sectores le asestaron, llamándolo Maestro y alabando su sabiduría como la de un sabio, no la de un intelectual crítico. Sin negar que Sabato en cierta forma, y sobre todo en los últimos años, aspiró a encarnar ese sentido común de una clase media que se piensa a sí misma como poseedora de valores éticos de los que carecerían tantos los muy ricos como los muy pobres, es verdad que en sus novelas indagó en los aspectos más oscuros del hombre medio, no en su civismo intachable. Y al fin al cabo, casi todos los escritores son de clase media aunque escupan sobre sus valores, y también, hoy por hoy, la mayoría de los lectores pertenecen a las diversificadas clases medias urbanas, así que los dilemas “medios” de Sabato corresponden a prácticamente todos los escritores en actividad. ¿O es posible llegar a algún otro lector que no pertenezca de una forma o de otra a la clase media?

Nos queda a los que mal o bien persistimos cuesta arriba en la literatura argentina una vez terminado el siglo XX, llegar a descifrar el dilema de la separación entre lo ideológico y lo artístico-literario tal como en estos tiempos, por contigüidad de los hechos, se planteó con Vargas Llosa y Sabato, el sentido más profundo de la escisión que causa malestar. Probablemente, y con todo el ánimo de seguir debatiendo, las respuestas estén más cerca del legado de la seriedad (aunque nos sigamos burlando para siempre de los desbordes sabatianos de la vena hinchada) que del deseo de pureza.