EN EL FORO SOCIAL MUNDIAL
FSM Dakar (Senegal) - 10 de febrero de 2011
Nosotras
y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada
en Dakar durante el Foro Social Mundial 2011, afirmamos el aporte
fundamental de África y de sus pueblos en la construcción de la
civilización humana. Juntos, los pueblos de todos los continentes,
libramos luchas donde nos oponemos con gran energía a la dominación del
capital, que se oculta detrás de la promesa de progreso económico del
capitalismo y de la aparente estabilidad política. La descolonización de
los pueblos oprimidos es un gran reto para los movimientos sociales del
mundo entero.
Afirmamos
nuestro apoyo y solidaridad activa a los pueblos de Túnez y Egipto y
del mundo árabe que se levantan hoy para reivindicar una real democracia
y construir poder popular. Con sus luchas, muestran el camino a otro
mundo, libre de la opresión y de la explotación.
Reafirmamos
con fuerza nuestro apoyo a los pueblos de Costa de Marfil, de África y
de todo el mundo en su lucha por una democracia soberana y
participativa. Defendemos el derecho a la autodeterminación y el derecho
colectivo de todos los pueblos del mundo.
En
el proceso del FSM, la Asamblea de Movimientos Sociales es el espacio
donde nos reunimos desde nuestra diversidad para juntos construir
agendas y luchas comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el
racismo y todo tipo de discriminación.
En
Dakar celebramos los 10 años del primer FSM, realizado en 2001 en Porto
Alegre, Brasil. En este periodo hemos construido una historia y un
trabajo común que permitió algunos avances, particularmente en América
Latina donde logramos frenar alianzas neoliberales y concretar
alternativas para un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la
Madre Tierra.
En
estos 10 años vimos también la eclosión de una crisis sistémica,
expresada en la crisis alimentaria, ambiental, financiera y económica,
que resultó en el aumento de las migraciones y desplazamientos forzados,
de la explotación, del endeudamiento, y de las desigualdades sociales.
Denunciamos
el rol de los agentes del sistema (bancos, transnacionales,
conglomerados mediáticos, instituciones internacionales etc.), que, en
búsqueda del máximo lucro, mantienen con diversos rostros su política
intervencionista a través de guerras, ocupaciones militares, supuestas
misiones de ayuda humanitaria, creación de bases militares, saqueos de
los recursos naturales, la explotación de los pueblos, y manipulación
ideológica. Denunciamos también la cooptación que estos agentes ejercen a
través de financiamentos de sectores sociales de su interés y sus
prácticas asistencialistas que generan dependencia.
El
capitalismo destruye la vida cotidiana de la gente. Pero a cada día
nacen múltiples luchas por la justicia social, para eliminar los efectos
que dejó el colonialismo y para que todos y todas tengamos una digna
calidad de vida. Afirmamos que los pueblos no debemos seguir pagando por
esta crisis sistémica y que no hay salida a la crisis dentro del
sistema capitalista!
Reafirmando la necesidad de construir una estrategia común de lucha contra el capitalismo, nosotros, movimientos sociales:
Luchamos
contra las trasnacionales porque sostienen el sistema capitalista,
privatizan la vida, los servicios públicos, y los bienes comunes, como
el agua, el aire, la tierra, las semillas, y los recursos minerales. Las
transnacionales promueven las guerras a través de la contratación de
empresas militares privadas y mercenarios, y de la producción de
armamentos, reproducen prácticas extractivistas insostenibles para la
vida, acaparan nuestras tierras y desarrollan alimentos transgénicos que
nos quitan a los pueblos el derecho a la alimentación y eliminan la
biodiversidad.
Exigimos
la soberanía de los pueblos en la definición de nuestro modo de vida.
Exigimos políticas que protejan las producciones locales que dignifiquen
las prácticas en el campo y conserven los valores ancestrales de la
vida. Denunciamos los tratados neoliberales de libre comercio y exigimos
la libre circulación de seres humanos.
Seguimos
movilizándonos por la cancelación incondicional de la deuda pública de
todos los países del Sur. Denunciamos igualmente, en los países del
Norte, la utilización de la deuda pública para imponer a los pueblos
políticas injustas y antisociales.
Movilicémonos masivamente durante las reuniones del G8 y G20 para decir no a las políticas que nos tratan como mercancías!
Luchamos
por la justicia climática y la soberanía alimentaria. El calentamiento
global es resultado del sistema capitalista de producción, distribución y
consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras
internacionales y gobiernos a su servicio no quieren reducir sus
emisiones de gases de efecto invernadero. Denunciamos el “capitalismo
verde” y rechazamos las falsas soluciones a la crisis climática como los
agrocombustibles, los transgénicos y los mecanismos de mercado de
carbono, como REDD, que ilusionan a poblaciones empobrecidas con el
progreso, mientras privatizan y mercantilizan los bosques y territorios
donde han vivido miles de años.
Defendemos
la soberanía alimentaria y el acuerdo alcanzado en la Cumbre de los
Pueblos Contra el Cambio Climático y por los Derechos de la Madre
Tierra, realizada en Cochabamba, donde verdaderas alternativas a la
crisis climática han sido construidas con movimientos y organizaciones
sociales y populares de todo el mundo.
Movilicémonos
todas y todos, especialmente el continente africano, durante la COP-17
en Durban, Sudáfrica, y la Río +20, en 2012, para reafirmar los derechos
de los pueblos y de la Madre Tierra y frenar el ilegítimo acuerdo de
Cancún.
Defendemos
la agricultura campesina que es una solución real a la crisis
alimentaria y climática y significa también acceso a la tierra para la
gente que la vive y la trabaja. Por eso llamamos a una gran movilización
para frenar el acaparamiento de tierras y apoyar las luchas campesinas
locales.
Luchamos
contra la violencia hacia la mujer que es ejercida con regularidad en
los territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia
que sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar
activamente en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia
doméstica y sexual que es ejercida sobre ellas cuando son consideradas
como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su
espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres,
niñas y niños.
Defendemos
la diversidad sexual, el derecho a autodeterminación de género, y
luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.
Movilicémonos todos y todas, unidos, en todas las partes del mundo contra la violencia hacia la mujer.
Luchamos
por la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la
militarización de nuestros territorios. Las potencias imperialistas
utilizan las bases militares para fomentar conflictos, controlar y
saquear los recursos naturales, y promover iniciativas antidemocráticas
como hicieron con el golpe de Estado en Honduras y con la ocupación
militar en Haiti. Promueven guerras y conflictos como hacen en
Afganistán, Iraq, la República Democrática del Congo y en varios otros
paises.
Intensifiquemos
la lucha contra la represión de los pueblos y la criminalización de la
protesta y fortalezcamos herramientas de solidaridad entre los pueblos
como el movimiento global de boicot, desinversiones y sanciones hacia
Israel. Nuestra lucha se dirige también contra la OTAN y por la
eliminación de todas las armas nucleares.
Cada
una de estas luchas implica una batalla de ideas, en la que no podremos
avanzar sin democratizar la comunicación. Afirmamos que es posible
construir una integración de otro tipo, a partir del pueblo y para los
pueblos y con la participación fundamental de los jóvenes, las mujeres,
campesinos y pueblos originarios.
La
asamblea de movimientos sociales convoca a fuerzas y actores populares
de todos los países a desarrollar dos acciones de movilización,
coordinadas a nivel mundial, para contribuir a la emancipación y
autodeterminación de nuestros pueblos y para reforzar la lucha contra el
capitalismo.
Inspirados
en las luchas del pueblo de Túnez y Egipto, llamamos a que el 20 de
marzo sea un día mundial de solidaridad con el levantamiento del pueblo
árabe y africano que en sus conquistas contribuyen a las luchas de todos
los pueblos: la resistencia del pueblo palestino y saharaoui, las
movilizaciones europeas, asiáticas y africanas contra la deuda y el
ajuste estructural y todos los procesos de cambio que se construyen en
América Latina.
Convocamos
igualmente a un día de acción global contra el capitalismo el 12 de
octubre donde, de todas las maneras posibles, rechazaremos ese sistema
que destruye todo a su paso.
Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad a nivel mundial para derrotar al sistema capitalista!
Nosotras y nosotros venceremos!
Minga Informativa de Movimientos Sociales
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