viernes, 5 de junio de 2009

"El nuestro es un museo vivo y un acervo cultural que merece ser conocido"

RAFAEL MORA, DIRECTOR DEL MUSEO DE LA FARMACIA "DRA. ROSA D'ALESSIO DE CARNAVALE BONINO"

"La museología actual indica que los museos deben ser entidades dinámicas, que presten un servicio a la comunidad, donde la gente encuentre representada la temática de esa institución", abre el fuego el Dr. Rafael Mora, director ejecutivo del Museo de la Farmacia "Prof. Dra. Rosa C. D’Alessio de Carnevale Bonino".
Sin lugar a dudas, el Museo de la Farmacia es un fiel reflejo de ese aserto, por "prepotencia de trabajo" como gustaba decir Roberto Arlt.
Con un presente fecundo construido sobre una amplia gama de actividades y servicios, el Museo llega al filo del siglo XXI con el empuje que desde sus orígenes le imprimieran un puñado de entusiastas, entre los que se destaca la figura señera de la Dra. Carnevale Bonino.

¿Cómo surge el Museo de la Farmacia?
La inauguración del Museo data del 22 de agosto de 1970, con una exposición en la farmacia La Estrella, siendo su primera directora, la Dra. Rosa D’Alessio de Carnevale Bonino. El museo se inaugura con sede propia en 1973, en el 5º piso de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, ámbito al que pertenece.
En 1977 las autoridades de la casa piden el lugar. La Dra. Carnevale Bonino tuvo que salir a buscar un sitio donde guardar las piezas, que desde 1977 hasta 1982 estuvieron en depósito.
Gracias a un laboratorio, la gente de la Facultad, entre otros la cátedra de Historia de la Medicina, en 1982 se reinagura el Museo en su actual ubicación, después de muchos sinsabores de su alma mater, la Dra. Carnevale Bonino.
El museo empezó a tener vida de 1982 a la fecha, cuando empezamos a abrirlo a la comunidad. Contamos con el apoyo incondicional del decano de entonces, Dr. Alberto Boveris de un amigo de siempre, el Dr. Amorío, director del Museo de Botánica “Juan A. Domínguez”, también de la Facultad de Farmacia.

¿Cómo está organizado el Museo?
El Museo tiene una parte técnica de la que me ocupo y otra museológica. La museóloga se encarga de toda la etapa de inventariar la pieza, catalogarla con mi ayuda, mostrar la pieza, darle el realce estético adecuado para que provoque la atención del visitante.
Yo siempre le digo a todo donante, que entregar una pieza al museo, la eterniza, porque hace que la pieza cobre vida.
Tenemos una colaboradora que se dedica al estudio de las piezas, cuyos resultados se dan a conocer en jornadas, congresos y ateneos, como los de Historia de la Odontología, Historia de la Medicina e Historia de las Ciencias, éste organizado por el FEPAI (Fundación para el Estudio del Pensamiento Argentino e Iberoamericano).

¿Cuál es la misión del Museo de la Farmacia ?
El museo no puede ser un ente anacrónico, fosilizado, tiene que brindar un servicio. Y este es un museo vivo. Nosotros queremos que el público lo utilice, que conozca cómo fue evolucionando la producción farmacéutica. Aquí viene todo tipo de público: estudiantes de farmacia, público en general, entre ellos, visitantes del interior y extranjeros, graduados, especialistas.
Cada año viene más publico, más contingentes de alumnos, tanto de escuelas primarias como de secundarias, más interesados en conocer este lugar.
Desde principios de 1998, 2000 personas visitaron el Museo. Estamos asombrados por el interés del público.

¿Qué experiencia o conocimiento adquieren en el Museo los estudiantes de la carrera de Farmacia ?
La visita al museo forma parte del plan de estudios de la carrera. En el último año del ciclo, la cátedra de Farmacotecnia I, dónde se enseña a preparar medicamentos, envía alumnos (solo entre marzo y abril de cada año se acercan 400); entonces -dado que no se enseña Historia de la Farmacia- el objetivo es que desde el Museo, como lo quiso la Dra. Carnevale Bonino, a través de los objetos, los futuros farmacéuticos conozcan los campos de ejercicio y cuál es la función del farmacéutico.
Dicho sea de paso: la función del farmacéutico es siempre la misma: elaborar un medicamento, analizar los principios activos del medicamento y dispensar el medicamento, dispensación que no es bajar un medicamento de un estante, sino que tiene implicancias mucho más profundas.
Cuando vienen los estudiantes les digo que no están entrando a una cátedra. Si bien forma parte de la currícula, yo les pido que no estén a disgusto. Entran a un mundo totalmente distinto, donde cada pieza tiene su historia. Tratamos de hacerle ameno el conocimiento de cómo es esto, quienes fueron los precursores, las distintas modalidades de aplicación de la farmacia: oficinal, industrial y hospitalaria, los elementos que formaron parte del patrimonio del farmacéutico.
Estos elementos que posee el Museo, reitero, deben servir para poner en comunicación de los estudiantes y del público en general, cómo fue la profesión farmacéutica, como fue evolucionando y que sepan que aunque los tiempos pasan, la función del farmacéutico fue, es y será siendo la misma: preservar el medicamento.
Resumiendo, les definimos qué es la farmacia, sus campos de aplicación y algo que nos parece sumamente esencial: el compromiso ético.
También queremos nuclearnos y contactarnos. Nuestra relación con cada cátedra de la facultad es muy buena. Tenemos en cada cátedra nuestros emisarios. Y una observación: no es cierto que a los jóvenes no les importa nada, como dicen alguna gente grande. Al Museo de Farmacia vienen estudiantes que están trabajando desde las 9 de la mañana y son las 9 y media de la noche y se entusiasman y se van a las 11 de la noche. Esto demuestra que no es cierto que a los jóvenes no les interesa la historia. El tiempo de la visita lo establece el que viene y su grado de interés.

¿Qué actitud tienen hacia el público no especializado, el profano por llamarlo de alguna manera ?
Les pregunto a que se dedican, para poder manejarme y llegar a ellos, teniendo en cuenta que están visitando un museo específico. Acá viene un público muy variado: pintores, historiadores, gente común. Les mostramos las piezas del museo que han pertenecido a cátedras y profesores de la Facultad, a laboratorios de la industria farmacéutica, piezas que han sido traídas del extranjero. No es la pieza aislada, sino rodeada de un contexto. Aprovechamos la pieza para darles un panorama de la historia de la profesion. Queremos ubicarlos históricamente, al igual que a los universitarios. Tenemos elementos desde la época de los sumerios, que fueron de los primeros que utilizaron la morfina en el tratamiento del dolor.
El estudio de Farmacia en la UBA se inició en 1854: tenemos una galería de cuadros de los profesores de esta casa desde que se inició. Empezamos nuestra visita con un diploma de un farmacéutico de la época de Rosas (1845), Dr. Gustavo Frers.
Hasta 1854 todos los boticarios procedentes extranjero tenían que revalidar su titulo ante el Tribunal de Medicina de Buenos Aires. Antes lo hacían ante el Protomedicato.
Queremos rescatar la figura del farmacéutico. En nuestro país y a nivel internacional, la farmacia, la botica, en el siglo pasado y a principios de este, era un lugar donde se encontraban el medico, el político, el religioso, donde salían revistas literarias o científicas. La farmacia tiene un poder de atracción muy fuerte. La visita guiada no es la única finalidad: es lo que más nos gusta. Debo mostrar lo que hay en el museo y al mismo tiempo dar a conocer lo que es la profesión. Pero también nos gusta mucho salir.

¿Cuál es la relación graduados-Museo-Facultad ?
A través de la secretaria de Extensión Universitaria tratamos de llegar de distintas maneras, la revista de la Sociedad de Farmacia y Bioquímica, el ámbito de los Colegios Profesionales, tanto de Capital como de Provincia de Bs. As., los laboratorios industriales y las distintas entidades que nuclean a farmacéuticos.
Junto a la secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad, brindamos asesoramiento técnico a graduados -por ejemplo, cuando preparan una tesis- investigadores e instituciones.

Cada vez más se escucha hablar del Museo, de sus exposiciones itinerantes...
Tenemos una muestra permanente que está en una oficina-farmacia (Oficina del Centro, Av. Santa Fe al 1000). El dueño de esa farmacia es un amigo del Museo, forma parte de la Asociación de Amigos del Museo.
Pretendemos que la gente que vaya por la calle se interese en visitarlo. Es una iniciativa que ya tiene varios años.
Desde 1991 formamos parte de la red de museos de la Universidad de Buenos Aires, junto al de Botánica, Odontología, Etnografía (dependiente de Filosofía y Letras), Psicologia Argentina y Ciencia y Técnología (Ingenieria). Desde 1998, entre junio y hasta setiembre, presentamos una muestra conjunta sobre el estado de las ciencia entre 1870 y 1930, en el Museo Etnografico “Juan B. Ambrosetti”, que se llamó Los futuros del Pasado.
Poco tiempo antes, el 25 de mayo, colaboramos con la muestra dedicada a rememoran el 40º aniversario de creación de la facultad de Farmacia y Bioquímica. También en el año en curso inauguramos dos muestras fotográficas. Una de ellas, en estos días se expone en la planta baja de la Facultad.
Nos presentamos en muchos otros lugares, trabajamos intensamente junto con la secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad, un organismo cuya misión es ubicar a los egresados y al mismo tiempo promover la farmacia y la bioquimica.
Asmismo, participamos en la Feria de los Inventos, a través de la secretaría de la Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no como Museo de la Farmacia, sino dentro del stand de la Universidad de Buenos Aires.
Allí se mostraba el trabajo de la universidad en general y de nuestra facultad en particular: trabajos científicos, servicios que ofrece la Facultad de Farmacia y Bioquímica a la comunidad y un taburete con tres o cuatro piezas del Museo.
Un domingo distribuimos 500 folletos, editados gracias a la colaboración del Centro de Estudiantes y de la secretaria de Extensión Universitaria.
También formamos parte de Ferias Educativas, editamos un boletín con temas de museología y de historia de la farmacia, basado en una biblioteca muy completa que tenemos, en realidad un conjunto de cuatro bibliotecas.
No creo que exista una biblioteca de libros antiguos de farmacia tan completa como esta.
Nosotros queremos estar en la museología argentina. Estamos conectados con museos municipales y nacionales. Formamos parte del Consejo Internacional de Museos (ICOM). En las guías y catálogos internacionales nuestro museo es referente.
Otra de las actividades que generamos es organizar actos y dictar conferencias con la participación de calificados disertantes, además de brindar orientación vocacional a los alumnos del último año de escuelas secundarias.
En 1998, entre el 13 al 16 de octubre, hemos organizado nuestro Primer Encuentro Internacional de Historia de la Materia Médica. Vinieron reconocidos especialistas. Tuvimos el aval de treinta instituciones.

Si usted tuviera que definir si el Museo está en su infancia, juventud o madurez, ¿qué diría ?
La adolescencia ya la pasamos. Estamos entrando en la madurez. Soy muy optimista con respecto a lo que viene. Nosotros estamos contentos por haber logrado la identificación Facultad-Museo. Me estimula ver que a la gente le interesa el Museo, el interés de los alumnos por la historia, el perfil humanístico que vamos incorporando a la profesión y a la ciencia, la reinvicación del pasado, no porque vivamos en el pasado. Ortega y Gasset decía que “el progreso no consiste en aniquilar el ayer, sino en recuperar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor”.

N. de R: Materia Médica es una materia antigua que estudiaba el medicamento en todo su contexto, la función que cumplía, de dónde se obtenía, cuáles eran los principios activos y en qué casos se utilizaba.

UN ACERVO CULTURAL QUE MERECE SER CONOCIDO

Con una acervo de más de más de 5000 piezas, el Museo de la Farmacia se organiza en Biblioteca, Fototeca, Archivo (conteniendo tesis de profesores ilustres, trabajos de investigación, intercambio epistolar, guías de trabajos prácticos antiguas) y Salón de Exposición.
En el Salón de Exposición se exhiben elementos que pertenecieron a cátedras de la facultad, a laboratorios industriales y a farmacias; artefactos utilizados en la elaboración de medicamentos; aparatos e instrumentos de análisis de medicamentos;, las primeras máquinas envasadoras; libros recetarios del siglo pasado; una galería iconográfica; diplomas de farmacéuticos; medicamentos antiguo; el legado de la familia Carnevale Bonino y las piezas importantes.
Entre las curiosidades se pueden apreciar dos réplicas: una, de la tabla de Nippur (el original está en el Museo de Filadelfia) considerada el antecedente de la receta médica, en caracteres cuneiformes de más de 3000 a.c.. La otra, el vaso mágico del filósofo y alquimista Alberto Magno cuyo original se encuentra en el museo de Colonia, Alemania.
Un lugar destacado, merecen la colección de frascos donada de la farmacia La Estrella, el microscopio binocular del Dr. William Paterson, colaborador del Dr. Salvador Mazza y la máquina que elaboraba las célebres “pildoras Ross”.
El libro más antiguo que posee el museo es una farmacopea inglesa de 1797, traducida al español.


DOS MUJERES

Dos figuras clave en la creación del Museo fueron la Dra. Carnevale Bonino y la Dra. Gonzalez Lanuza.
Discípula de los co-fundadores de la carrera de Bioquímica, el Dr. Sánchez, farmacéutico y bioquímico y el Dr. Osvaldo Loudet, médico, la Dra. Carnevale Bonino fue la primera profesora mujer titular de cátedra cuando las tres facultades (Farmacia y Bioquímica, Medicina y Odontología), formaban una unidad. Ejerció la docencia desde el año ‘30 hasta el 72.
“Le gustaba mucho la historia de la Farmacia, aunque su campo era la Química Analítica de Medicamentos”, expresa el director de la institución.
Por sus trabajos científicos obtuvo premios nacionales e internacionales.
“Ella dejo sentadas las bases para que pudiéramos seguir. Su mérito fue haber sido una docente de alma”, asevera el Dr. Rafael Mora.
Por su parte, la Dra. Di Natale de Gonzalez Lanuza fue quien entusiasmó a la Dra. Carnevale Bonino con la idea de un museo. Fue docente en la cátedras de Historia y Legislación Farmacéutica y de Farmacotecnia.
Posteriormente presidió la Sociedad Argentina de Historia de la Farmacia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario